Informe del gobierno peruano entierra la verdad sobre Bagua y reintroduce estereotipos racistas

 

Al año de los trágicos hechos de Bagua al norte del Perú cuando policías armados atacaron manifestantes indígenas Awajún y Wampis, está claro que el gobierno peruano no ha intentado cambiar su relación hóstil con las comunidades indígenas del país. En un hecho que provocó ira en muchos espacios el Presidente Alan Garcia bloqueó una ley, votada por el Congreso, que hubiera dado reconocimiento al derecho de los indígenas a consultar proyectos que afectan sus tierras, una de sus demandas durante las protestas de hace un año.

No es sólo el hecho de que García bloqueó la ley, sino la manera en que lo hizo. En una respuesta parecida a la del año anterior cuando describió a los manifestantes de Bagua como “seudo nativos” responsables de actos de “salvajismo” y “barbarie” Garcia devolvió la ley al Congreso sugiriendo varias modificaciones, incluyendo una que dice que la legitimidad de las organizaciones indígenas debe ser determinada por la Oficina de Procesos Electorales del Perú y que las comunidades andinas peruanas en realidad no son indígenas.

García no es el único que tiene estas opiniones ofensivas. En diciembre del 2009 el borrador de un informe redactado por la comisión gubernamental encargada de investigar las causas de la violencia en Bagua llegó a manos de la prensa. Dos miembros de la comisión, una de ellas la monja Carmen Gomez Calleja, se distanciaron con rapidez del borrador y luego no apoyaron el informe aunque la version final pasó por grandes cambios.

“Nuestro presidente Alberto Pizango lamenta las diferencias que han surgido entre los miembros de la comisión que investiga los hechos de Bagua,” dijo la organización nacional indígena Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP). “El está de acuerdo con Maricarmen Gomez, quien fue advertida de que el borrador contiene serios errors como el de responsabilizar a los indígenas por la muerte de 34 personas.”

Ese no era el único error. Además de no esclarecer lo que ocurrió en Bagua o explicar porque y como tantas personas fueron asesinadas, el borrador repite generalidades sobre “el nativo”, alegando que fueron manipulados por personas ajenas a la comunidad, y conlcuye con una serie de “recomendaciones” tan ignorantes, paternalistas y ofensivas para los habitantes indígenas del Perú que parecen increibles.

“El nativo es una raza discapacitada, al ser indígena, al vivir en el bosque tropical”, dice una de las oraciones del segundo párrafo del borrador. “La situación actual en el Amazonas implica que el nativo debe revisar sus estructuras culturales, sociales, políticas y religiosas”, dice una recomendación. Otra oración agrega “Los nativos necesitan adaptarse al modelo de la globalización inspirado en el auténtico humanismo”. Y otra oración dice, “Los nativos deben abandonar su creencia de que todas las personas son iguales.”

La reacciones al borrador no se hicieron esperar:

“La antítesis de un trabajo serio de investigación”, dijo la vocera del Instituto de Defensa Legal del Perú.

“Lleno de principio a fin de estereotipos de una cultura que desconoce por completo”, dijo un columnista del diario La República.

“No es el resultado de una investigación sóbria, rezume racismo, tratando a los indígenas como ignorantes e incapaces”, dijo Bartolomé Clavero, miembro del foro de Asuntos Indígenas de la ONU y asiduo comentarista sobre el Perú.

El antropólogo peruano Alberto Chirif, dijo que el borrador podría haberse redactado hace 100 años. “Discapacitados por raza, al ser indígenas, al vivir en el bosque tropical? Nada más alejado de la verdad”, dijo Chirif. “Esta es una vieja estrategia, usado por los barones del caucho hace un siglo que dijeron que los indígenas no podían testificar sobre la tortura que habian vivido o del número de personas que había muerto porque eran racialmente incapaces de hacerlo”.

Lo que es aún más extraordinario es lo que el borrador del informe dice de las tribus “sin contactar”, es decir indígenas viviendo en las zonas más remotas del Amazonas que no tienen contacto con gente de otros lugares y son muy vulnerables a este contacto por su falta de defensa inmunológica ante ciertas enfermedades. En el Perú, dos de los términos más communes para estos grupos son “indígenas aislados”, usado con frecuencia en este borrador o “indígenas no contactados”, usado por el Presidente Garcia es su reciente carta al Congreso al bloquear la ley.

El borrador hace varios comentarios poco probables y sin pruebas sobre los aislados. En un momento dice que cuando los miembros de un grupo, “terminen su estudios universitarios pretenden asesinar a la gente que los lllame aislados porque el término impide su desarrollo”. En otro momento dice que algunos aislados, “infelices de recibir ese apelativo, han amenazado con secuestrar un empleado de una empresa petrolera para mostrar al mundo entero que no son aislados y merecen ayuda como cualquier otras persona”.

El borrador que llegó a la prensa de manera no autorizado hace varias acusaciones sin pruebas contra aquellos que trabajan apoyando los derechos de los aislados. Acusa a las ONG de condenarlos a vivir vidas “subdesarrolladas” y de provocar “injusticias que terminarán en la violencia”, así como de acusar a los antropólogos de ser “racistas”, “romanticos” , inventando la idea del “nativo asilado”, violando sus derechos, cometiendo “fraude científico” y “etnocidio”. Llamarlos aislados es una “bomba de tiempo” dice el borrador del informe.

La gente que las ONG y los antropólgos dicen viven sin contacto viven precisamente así, sin contacto. Aunque es verdad que algunos grupos tuvieron contacto durante el boom cauchero hace 100 años y luego se retiraron hacia el aislamiento tras la muerte de muchos indígenas. Hoy verlos y encuontrarlos ocurre en contadas ocasiones. Contrariando lo que asegua el borrador no hay asilados estudiando para obtener un título universitario.

“El informe intenta desacreditar a los que trabajan en la defensa de las tribus aisladas usando un argumento totalmente equivocado y falso”, dijo Beatriz Huertas, antropóloga peruana y autora de Pueblos Indígenas en Aislamiento, uno de los pocos libros sobre los aislados del Perú. “La lucha por sus derechos busca asegurar su existencia y sobrevivencia sobre la base de que tienen el derecho a decidir como viven. Se trata del respeto a su autodeterminación”.

En últimas además de todos los errores que contiene el borrador del informe debe ser visto como un ataque contra los aislados y los que trabajan para asegurar el respeto a sus derechos. La razón del ataque es obvio. En años recientes mientras el gobierno peruano ha incrementado la exploración de petróleo y gas en el Amazonas, un número creciente de personas, dentro y fuera del Perú, se han pronunciado en defensa de aquellos que como los aislados, son los que sentirán el impacto con mayor intensidad.

David Hill es un investigador con Survival.