Las últimas noticias sobre el empeoramiento del estado de salud de Chávez preocupan cada vez más a los venezolanos. Mientras altos cargos del gobierno y miembros de la oposición se reunían a puerta cerrada a principios de diciembre para discutir los próximos movimientos, los activistas sociales discutían sobre el futuro del Proceso Bolivariano.
Lejos del mundanal ruido de Caracas, en las frondosas montañas de la Sierra de San Luis, en el estado de Falcón, unos 200 activistas y organizadores comunitarios venezolanos se reunieron del 30 de noviembre al 2 de diciembre de 2012 para discutir las propuestas para el futuro del estado revolucionario. Fue el primero congreso de la Red Nacional de Comuneros (RNC).
Formada en el año 2009 con el objetivo de aunar 16 comunas existentes, la RNC abarca hoy en día más de 80 “procesos” comunales, incluidos comunas, ciudades y territorios comunales, empresas de propiedad social directa, mercados de intercambio directo, escuelas de enseñanza política, grupos mediáticos comunales, colectivos revolucionarios e individuales. La red pretende conectar y divulgar las experiencias participatorias y otorgar espacio a los movimientos para que puedan expresar su visión del socialismo.
El objetivo del primer congreso fue debatir esta visión y desarrollar una propuesta para presentarla a la administración Chávez a comienzos de 2013.
Reinventando la comuna
Las comunas son parte de la estructura del autogobierno comunitario. Aceptadas por la Ley en 2010, forman parte de los últimos esfuerzos del gobierno de Chávez para constuir un mecanismo estatal participatorio aparte conocido como el “estado comunal”.
La idea de la comuna está inspirada en las experiencias de los pueblos indígenas y afro venezolanos, así como en las ideas socialistas y en los trabajos de los pensadores marxistas latinoamericanos, como el peruano José Carlos Mariátegui.
En teoría, el “estado comunal” debe remplazar en última instancia al estado burgués. El nuevo estado estará sometido a la voluntad popular y romperá la división entre “sociedad civil” y “sociedad política” que es la base del sistema capitalista. El énfasis en la participación ciudadana también se puede ver como un punto de partida de las tendencias centralistas y poco democráticas de experiencias socialistas anteriores.
En la práctica, las comunas agrupan a todos los consejos comunales y otras organizaciones comunitarias de un territorio. Los consejos comunales son órganos de planificación comunitaria que engloban entre 150 y 400 familias en zonas urbanas y unas 20 familias en zonas rurales.
Las comunas tienen por objetivo priorizar y atender las necesidades comunitarias. El gobierno otorga fondos directamente a las comunas para la realización de proyectos, sin la intermediación de otros órganos estatales o municipales.
Las comunas también promueven la economía socialista al estar la producción y los servicios bajo control comunitario directo. Muchas comunas poseen sus propios bancos y empresas comunitarias. Por ejemplo, El panal 2012, en el barrio activista de Caracas 23 de enero, empaqueta y distribuye azúcar y cereales. La comuna Juana Ramírez, en la Parroquia Antímano, tiene su propia panadería y sus proveedores de especias y productos de limpieza. Estas iniciativas aseguran que los precios sean asequibles y que los productos lleguen a la población. (En Venezuela, grupos de distribución dominados por la oposición han aplazado a menudo la entrega de productos básicos a modo de protesta contra el gobierno).
Las comunas en los estados de Lara, Portuguesa y Yaracuay se enfrentan al desafío de la autosuficiencia alimentaria. Están construyendo una red comunal para la producción y distribución de alimentos, la cual también promueve la producción orgánica.
Finalmente, los comuneros ven a las comunas como un “aula” para la ideología política y el aprendizaje del autogobierno.
“Ningún gobierno quiere destruirse a sí mismo”: La oposición entre los enfoques “desde arriba” y “dese abajo” contra perspectivas elitistas
Puesto que los burócratas del estado burgués no tienen interés en reducir el poder estatal, la creación de las comunas no ha sido tarea fácil. Los debates se centran en la relación entre las iniciativas “desde arriba” y “desde abajo” dentro del Proceso Bolivariano.
Como explica el pensador social Dario Azzellini [2], los partidarios del enfoque “desde arriba” ven al estado como el agente primario para el cambio y consideran al “poder popular” (consejos comunales, comunas, etc.) parte de la administración. La mayoría de los integrantes de la Red Nacional de Comuneros se acoge a lo que Azzellini denomina el enfoque “desde abajo”, el cual considera que el gobierno de Chávez está creando las condiciones necesarias para un mayor poder popular, pero tiene como objetivo final imponerse al estado burgués.
Varios organizadores comunitarios nos contaron que el gobierno actuó con demasiada celeridad en la creación de las comunas. Habría sido mejor esperar a que los consejos comunales tuviesen más poder y los activistas hubieran recibido instrucción política e ideológica durante algunos años más.
Sin embargo, el problema definitivo es que “ningún gobierno quiere destruirse a sí mismo”, como apunta Atenea Jiménez, una de las militantes más activas de la Red. La relación de las organizaciones comunales con las instituciones representativas actuales sigue siendo una incógnita e incluso muchos alcaldes y gobernadores chavistas se muestran críticos con las comunas ante la perspectiva de poder acabar cediendo poder a éstas.
Como explica Jiménez, los modos de organización autónoma van creciendo cada vez más dentro de la red, y eso supone una amenaza para todos los que se encuentran en el poder, de ahí que sean a menudo ignorados por medios locales o estatales.
Sacando fuerzas de una historia revolucionaria
Muchas de las más longenvas y exitosas experiencias las encontramos en el estado de Falcón, donde se celebró la conferencia. Allí las comunas han formado una “confederación” para estar en contacto y promover la participación ciudadana en todo el estado.
En la Sierra de San Luis, donde se celebró el congreso, el enclave idílico y su atmósfera relajada contrastan con su historial radical. Ahí nació José Leonardo Chirino, un revolucionario zambo (hijo de padre negro y madre indígena) que encabezó la primera insurreción contra los españoles y luchó por la abolición de la esclavitud.
En los años 60, Falcón también fue el centro neurálgico de la lucha guerrillera.
En la actualidad, una de las armas más potentes de los falconianos contra la opresión es el trueke. El trueke es un sistema económico alternativo basado en el intercambio directo de bienes, servicios o conocimientos. Alrededor de 150 pro-sumidores (productores-consumidores) participan en este mercado sin necesidad de dinero. También crearon una moneda alternativa llamada zambo para comenzar con el sistema de intercambio.
Lo importante no es la falta de moneda, tal y como nos explicaron algunos comuneros falconianos. El objetivo del trueke es promover las relaciones sociales no capitalistas al eliminar los sueldos y no generar beneficios.
Aprendiendo a gobernar con la práctica
Mediante éstas y otras experiencias, la Red Nacional de Comuneros aprende a gobernar gobernando.
“Nosotros somos nuevos agentes políticos que intentan gobernarse a sí mismos” explica William Gudiño, un militante veterano.
El modelo por el que luchan los comuneros es, en la medida de lo posible, horizontal y colectivista, y rompe con la división entre los que planifican y los que realizan el trabajo comunitario. “La Red es muy importante”, afirma uno de los coordinadores, “no hay líderes y es importante que todos compartan la información”.
Esta filosofía constituyó la estructura misma del congreso. Los participantes se organizaban en diez grupos de trabajo para debatir colectivamente los temas y realizar propuestas. “Hemos creado un espacio comunal real”, declaró Jiménez, “¡Estamos compartiendo hasta las tareas de cocina y limpieza!”.
Designaron un comité para que recogiera todas las propuestas y para que luego éstas sean debatidas individualmente en cada comuna. Las propuestas finales serán presentadas al gobierno a comienzos de 2013.
Rumbo al estado comunal
Sábado, 1 de diciembre, por la tarde. Hace sol y el ambiente relajado parece que no encaja con la urgencia del tema que se trata. Los niños juegan en torno a los círculos de debate mientras algunos cachorros extraviados merodean por las inmediaciones, con la esperanza de que algún participante distraído los rescate. Varios activistas comen mandarinas pensativamente.
Han dejado para el final uno de los asuntos más importantes del congreso: La creación del estado comunal.
El coordinador comienza explicando al grupo que el papel histórico del estado ha sido el vehículo que ha permitido a una clase oprimir a la otra. El desafío, según explica, es reflexionar sobre un nuevo estado que considere las diferentes relaciones sociales.
La diversidad del grupo resulta en seguida evidente en la discusión posterior. De hecho, la red no posee una ideología homogénea, ya que hay miembros que se identifican con el marxismo, el anarquismo y diferentes corrientes socialistas, así como los hay que representan diferentes intereses según el gremio al que pertenecen, pues hay ecologistas, sindicalistas y activistas por los derechos de los indígenas. Podemos ver que los miembros tienen diferentes opiniones sobre el papel del estado en el proceso transicional y sobre la necesidad de un gobierno representativo.
“En primer lugar, ¿por qué estamos hablando del estado?”, plantea un participante, señalando a la bolsa de mandarinas en el centro del círculo. “Es como esta bolsa de naranjas. ¿Estamos intentando atar algo que debería estar en libertad?”
Pero hay límites en la horizontalidad, explica otro participante. “Va a ser necesario que haya algún tipo de representación a escala nacional para desarrollar las propuestas del pueblo.”
La mayoría de las propuestas del congreso se centraron en la creación de una asamblea nacional de comuneros, la cual englobaría a todos los representantes de cada comuna y posiblemente también a representantes de los gremios, por ejemplo a través de los sindicatos.
También discutieron la creación de un departamento de estado comunal para colaborar con otras organizaciones a escala regional y mundial, con el objetivo de combatir el imperialismo y trabajar para extender el socialismo por todo el mundo.
Otra propuesta hablaba de una comisión o consejo nacional para determinar qué se entiende por “seguridad integral”. La inseguridad y la corrupción policial son preocupaciones constantes en Venezuela. Algunos participantes abogan por un nuevo modelo de seguridad basado en la “autoprotección” del pueblo, en lugar de que sean la policía y el ejército los encargados de ello. Dichos participantes resaltaron la importancia de la prevención y modificaron la definición de inseguridad para que se incluyeran amenazas a la soberanía local y nacional.
Los dos días de debate concluyeron con un acuerdo para consultar las propuestas dentro de las propias comunidades.
“Tenemos una responsabilidad histórica ahora mismo”, declaraba William Gudiño. “No sabemos cómo se encuentra el presidente Chávez. Seguimos alerta, pero hemos de continuar avanzando de forma rápida y eficaz. Hemos de regresar a nuestros barrios, a nuestros consejos comunales, a nuestras comunas y seguir avanzando en el Proceso”.
Para más información sobre la Red Nacional de Comuneros, visite: blog.
Rebecca McMillan y Calais Caswell son estudiantes de maestría en Desarrollo Internacional y Globalización en la Universidad de Ottawa. Entre agosto y diciembre de 2012 residieron en Venezuela para investigar sobre la política sanitaria y del uso del agua así como sobre el papel de las mesas técnicas de agua (MTA) en Caracas. La investigación se realizó con ayuda del Consejo de Investigación de Ciencias Sociales y Humanidades de Canadá, el North-South Institute y la Universidad de Ottawa.
[1] Dario Azzellini: “Las elecciones venezolanas de 2012 y el futuro del Proceso Bolivariano” Conferencia anual del periódico Historical Materialism celebrada el 11 de noviembre de 2012 en Londres, Reino Unido.
[2] Dario Azzellini: “Las elecciones venezolanas de 2012 y el futuro del Proceso Bolivariano” Conferencia anual del periódico Historical Materialism celebrada el 11 de noviembre de 2012 en Londres, Reino Unido.
[3] Artículo de Atenea Jiménez (Spanish, English translation). Tras las elecciones de octubre de 2012, Chávez reprendió a su gabinete por la falta de avance en el desarrollo de las comunas y le preguntó a su recién nombrado vicepresidente, Nicolás Maduro, “¿Dónde están las comunas?”. En este artículo, Jiménez explica que las comunas se mantienen activas pero que su trabajo ha sido menospreciado por distintos motivos.