Entre las pancartas hechas a mano denunciando como "asesino" al gobernador Jorge Sobisch, y la que llevaba una docente de La Matanza con la leyenda: "Resistiendo al autoritarismo ¿Qué hacés Pingüino, qué hacés?" había dos cuadras de diferencia. La marcha porteña repudiando el crimen a mansalva del profesor de Neuquén Carlos Fuentealba resultó una expresión de ciertos laberintos de ésta época. Fue convocada por la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA), ambas dirigidas por el mismo gremialista: Hugo Yasky. Se congregó en el Obelisco y se dirigió por Diagonal Norte hasta la calle Maipú, tres cuadras más allá, donde un enorme acoplado funcionaba a la vez como escenario y como límite del paso de la gente hacia Plaza de Mayo. Para los organizadores el acto tenía como objetivo principal la Casa de Neuquén, ubicada justamente en Maipú: un modo de concentrar la responsabilidad en el gobernador provincial Jorge Sobisch, quien ha tenido el mérito de recordar a la sociedad la estatura humana y política que suele exhibir la derecha argentina. Mientras tanto, el aspecto más fuerte de la medida se iba verificando en las escuelas que paraban directamente, o que se encontraban sin profesores, o sin alumnos (en los casos de establecimientos privados), como efecto combinado del llamado al paro docente, sumado al del transporte (previsto para el mediodía) y a la actitud de la mayoría de las familias.
Neuquén y Santa Cruz
Sobre Diagonal Norte el acoplado fue ocupado, entre muchos otros, por Yasky, el economista y candidato a jefe de gobierno Claudio Lozano, Víctor De Gennaro y Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora. Yasky venía siendo cuestionado por su cercanía con el gobierno y por haberse reunido con la CGT dirigida por su tocayo Moyano, entre varias cosas más. Para que se tenga una idea había pancartas, a dos cuadras del palco, que decían "Sobisch asesino, Yasky traidor", y grupos que cantaban: "Qué vergüenza la CTERA, qué vergüenza CTA, esperan que haya un muerto, para el paro nacional".
Yasky tomo el micrófono conociendo ese ambiente (aunque todo el sector cercano al acoplado estaba ocupado por la CTA para evitar interrupciones durante su discurso). Con una botella de agua mineral que le acercaba De Gennaro tras cada frase, Yasky se permitió algunas definiciones.
Calculó en cinco millones el total de trabajadores realizando paro en todo el país, "muchos con el respaldo del paro de una hora llamado por la CGT". (La valoración del asesinato de Fuentealba por parte de la CGT, equivalente a un paro de una hora, es al menos sintomática).
Luego dijo: "No queremos la fotografía de un chivo expiatorio. Acá hay responsables políticos". Se refirió a Neuquén, sus regalías petroleras, pero luego viró a una de sus frases más fuertes:
"Estamos diciendo: no queremos ningún autoritartismo. Acá no se trata de estar o no de acuerdo con el autoritarismo en Neuquén. También es autoritarismo la gendarmería en las escuelas de Santa Cruz, también es autoritario Romero que reprime a los docentes en Salta. Hay que terminar con todo eso, porque está en juego la democracia".
El gobernador salteño Juan Carlos Romero, otro menemista de buen llevar con el gobierno, estaba reprimiendo a esa misma hora en su provincia. La mención sobre Santa Cruz tiene múltiples lecturas, ya que además de tratarse de territorio kirchnerista puro, la presencia de la Gendarmería en las escuelas ya no es una cuestión "provincial" sino decisión del Ministerio del Interior, transitado actualmente por el señor Aníbal Fernández: se entiende de quién vino la orden. Cuando Yasky nombró a Santa Cruz como lugar de autoritarismo y represión, recibió la mayor ovación de su discurso (por parte de los adherentes a la propia CTA cercanos al palco). Que un hombre como Yasky plantee que lo que ocurre en Santa Cruz es autoritarismo y que lo que está en juego es la democracia, resulta sumamente descriptivo del momento. (Un detalle curioso, los medios no reprodujeron esta parte de su intervención, y tampoco la agencia oficial Telam).
Yasky siguió: "No salimos a defender un conflicto puntual sino a defender a la democracia. Pedimos recuperar parte de lo que venimos perdiendo desde la dictadura, pasando por el menemismo, donde lo que nos quitaron que se concentró en pocas manos. Pero si ahora que la Argentina crece a ritmo histórico no se distribuye, nosotros preguntamos ¿cuándo se va a distribuir la riqueza, hasta cuándo vamos a esperar?" Otra ovación. "Somos millones los que reclamamos contra este asesinato, somos millones reclamando distribución de la riqueza, y somos millones reclamando democracia".
Salvar las papas y recordar a Tosco
Luego, el discurso se puso más defensivo. Agradeció a los gremios de la CGT "que generosamente están acompañándonos" y en un mismo plano a las organizaciones sociales y de derechos humanos. Nora Cortiñas lo miraba.
Siguió Yasky: “Acá no se trata de decir que tal o cual planteo es oficialista u opositor. La Central de Trabajadores reivindica con orgullo su autonomía de clase. Y no le vamos a salvar las papas a alguno de los que gobiernan, sea provincial o sea el gobierno nacional. Cuando haya que decir lo que hacen mal hay que decirlo. Tampoco quiere decir que nos vamos a sumar como furgón de cola a la política de los sectores de derecha que hoy quieren hacer un festival electoral con el conflicto que estamos viviendo en Neuquén, Salta y Santa Cruz. El compañero (Agustín) Tosco, uno de los dirigentes más claros, dijo una vez: el movimiento obrero no nació para ser furgón de cola de ningún sector de la burguesía". La relación entre una cosa y otra se hizo confusa para los asistentes. Yasky tomó de la botella que le daba De Gennaro y dijo: "A los que no les gusta les decimos que no vamos a criticar a este gobierno nacional por sus virtudes. La ley de financiamiento no fue un regalo de Kirchner ni de Filmus, sino productor de la lucha de CTERA".
En lo que sí reprodujo la agencia Telam, Yasky volvió al crimen de Neuquén: "Hay un matador del profesor Carlos Fuentealba, de apellido Poblete, pero hay un asesino del profesor Fuentealba de apellido Sobisch, que tiene que pagar, tiene que irse y tiene que rendir cuentas ante la justicia".
Yasky luego reprochó "que no vengan a decir que es la primera vez que la CTA sale, la CTA tiene un compromiso, el límite es la vida. Si algún capanga del imperialismo se piensa que se gobierna matando a los trabajadores, que sepa que le vamos a dar lucha hasta el último día". Luego argumentó una teoría según la cual reduce la realidad a dos modelos de país en pugna. El modelo de la derecha tipo Sobisch "donde van a hacer pagar con cárcel cualquier lucha salarial, social, de defensa del medio ambiente y los derechos humanos"<*i> y otro modelo "que hay que construir con esperanza, unidad y organización". Dijo que en ese otro modelo los chicos tienen que alimentarse, ser felices e ir a la escuela, los represores como Sobisch tienen que ir presos, se tiene que distribuir la riqueza y se tiene que respetar el disenso (esto también fue omitido por la agencia oficial).
¿Hasta cuándo?
Un pico mayor de emoción se produjo cuando Nora Cortiñas leyó el documento firmado por los convocantes y decenas de organizaciones de derechos humanos, sociales y políticos, mezcladas con algunas personas del mundo del espectáculo. Dijo Nora:
“En tiempos donde el superávit fiscal alcanza niveles históricos, los trabajadores nos preguntamos hasta cuando seguiremos acumulando en lugar de profundizar una más justa y equitativa distribución de la riqueza".
"Estamos aquí, no solo para repudiar a quien oprimió el gatillo y a quienes dieron y transmitieron las órdenes, sino para desacreditar la represión como respuesta a los reclamos populares y el asesinato como acto de gobierno". “Disparar sobre quienes protestan en forma pacífica es ilegítimo, inmoral e ilegal. La defensa del derecho a la vida es condición previa para la exigencia de todos los demás derechos. Ya tenemos al matador. El autor material de este asesinato merece la cárcel. Hay que profundizar la lucha para juzgar y condenar al asesino”.
Lógicas
Se cantó el Himno y los organizadores llamaron a una desconcentración pacífica dando el acto por concluido. Luis Gómez, secretario de la Asociación Nacional de Trabajadores Autogestionados: "Vinimos a dar el apoyo a la CTA pero sobre todo a los docentes. Estamos cansados de que no sigan apretando y matando". Sobre Sobisch y Kirchner: "Sobisch salió de la gobernación disfrazado de milico. ¿Qué más querés? Pero Kirchner es hora de que aparezca y marque diferencias, si las tiene. Y si hay que putear, putearemos". (Horas después Kirchner haría su primera aparición en referencia al tema, acaso una reacción a este clima de la marcha).
Dos maestras jardineras exhibían pancartas con el lema: "Las tizas no se manchan con sangre". O sea, forman parte del grupo más moderado de la CTA, y dijeron a lavaca: "A Kirchner ni se lo vio". Sobre el argumento de Yasky acerca de que lo que está en juego es la democracia, las maestras concordaron con esta frase: "Esto es una democracia encubierta".
Graciela Monjes y Graciela Romera llegan desde La Matanza con sendas pancartas. Una dice: "Resistiendo al autoritarismo ¿Qué hacés Pingüino, qué hacés? Y en la otra se lee: "A menudo la muerte se alimenta de nuestra humillación diaria". Trabajan como maestras en la Escuela 115 de La Matanza.
Romera explica: "Este cartel del pingüino es porque Kirchner está encadenado con los gobernadores. Para mí, también es responsable. Así como todos los que se dejan abrazar por el miedo y no participan, tienen parte de responsabilidad. Si tenemos problemas sociales lo único que se puede hacer para modificar las cosas es participando, no quedándome sentada en la cocina de mi casa".
La otra Graciela tiene 33 años como docente, y cree que el drama es la burocracia sindical "que ahora aplaudió y se fue lo más campante, en lugar de ir a Plaza de Mayo que es lo que queremos hacer muchos de nosotros, porque este problema y esta muerte no son cosas provinciales, son cosas nacionales".
¿Cuál es la característica de la burocracia? "Tienen plata, llegan arriba y se quieren quedar siempre, están lejos de los conflictos que sufrimos todos los días".
La gente empieza a gritar "vamos a la plaza" y se reinicia la marcha, ya sin los integrantes de la CTA y CTERA, rumbo a Plaza de Mayo. Valeria Herrera, maestra de Isidro Casanova: "Una no se siente acompañada por los gremios, por las conducciones, que son fieles al gobierno nacional. En el caso de SUTEBA (el sindicato bonaerense) ni siquiera se preocuparon por lo que estaba pasando en Neuquén, Salta o Santa Cruz". Valeria cree que el gobierno nacional "se tiene que hacer cargo de esta situación, pero actúa como si el problema fuera en otro país". De todos modos ¿cree que es comparable un gobierno como el neuquino con el nacional? "Mirá, si ponen a la Gendarmería en Santa Cruz militarizando escuelas, yo no le veo tanta diferencia".
Desde Santa Cruz
Ya en Plaza de Mayo Eduardo James, secretario adjunto de ADOSAC (Asociación de Docentes de Santa Cruz), se aparta de los parlantes para poder conversar con lavaca:
"Lo que estamos pidiendo es una recomposición salarial, y un blanqueo porque el 80% del salario es en negro, o sea no se realiza el aporte a la previsión social y a los servicios sociales. Aparece ese cobro en el recibo como cifras no remunerativas, por ejemplo; como no se hacen los aportes, por eso decimos que es en negro".
"El salario básico es de 160 pesos, que llega a 1.800 pero la canasta familiar supera los 3.500 y un alquiler no baja de 1.000 pesos".
"Esto que empezó como un conflicto docente, ya abarca a todos los empleados estatales y en la marcha del 29 de marzo de Río Gallegos, hasta el obispo se puso a favor. Se ha sumado toda la población, la gente salía a aplaudirnos".
"La Gendarmería fue enviada por el gobierno nacional, está en todos los pueblos. Ver a la policía ya es parte del paisaje, aunque ellos tienen problemas salariales igual que todo el resto. Pero ver a Gendarmería y Prefectura es muy chocante para todos nosotros".
"Kirchner entró al gobierno nacional con una visión progresista, aggiornada, cooptó a todo el centro izquierda, al ARI, a los radicales, y todos terminan rindiéndose porque todos dependen de él, que es el que maneja la caja. Se encontró con una época de gran rentabilidad por las exportaciones, pero no es un crecimiento en serio sino un modelo agroexportador del siglo pasado".
"Nos pusieron una barrera de los grandes canales y multimedios. Ocultan todo lo que pasa en Santa Cruz. Se manejan con la lógica el mercado. Somos la provincia del presidente, y nadie se va a animar a meterse".
"Santa Cruz está gobernada por Carlos Sancho. Voy a ser prudente y respetuoso, lo que han quedado son funcionarios de tercera o cuarta línea, que sufren una incapacidad terrible. Si hay un incendio lo apagan con nafta. Es lo que hace Kirchner, que no va a dar el brazo a torcer anunciando un aumento. Hablar de Sancho casi es hablar bien de Sobisch. Es impresentable, dueño de una inmobiliaria que le manejó todas las inversiones, compras y ventas a los Kirchner en la etapa de los ’80 que es cuando se enriquecieron. Cualquiera en la provincia lo sabe".
Un poco más allá Jorge Faggiano es docente de la escuela 17 de Los Antiguos, pero además integra la asamblea de Vecinos por la Defensa del Lago Buenos Aires, y tiene una remera en la que se lee: "¿Mega minería? No gracias"
"En Monte Zeballos, cerca de Los Antiguos, se está por instalar una minera. allí hay una naciente de agua que va al Lago Buenos Aires, y perjudicaría toda la cuenca". También en Perito Moreno han hecho una Asamblea, ya que tienen la amenaza del proyecto de las empresas Hochschild-Minera Andes en Huevos Verdes. Las asambleas son horizontales, sin partidos y frente al año electoral proponen hacer un plebiscito de gestión. "No queremos votar cianuro" dice Faggiano, pensando en los políticos que favorecen la minería.
"Santa Cruz es un feudo con apoyo oficial provincial y nacional. Los políticos no piensan para el mañana, sino el hoy, el voto de hoy, el dinero de ellos de hoy. Nosotros pensamos en 20 años, nos van a dejar el drenaje ácido, el cáncer, mientras los lingotes de oro estarán en cualquier lado, menos en la Argentina". ¿No ve diferencias en las intenciones planteadas por el gobierno de Kirchner? "Kirchner no es Menem, pero muchas políticas son las mismas. En minería es igual, pero igual".
Faggiano reconoce que no puede creer el tema de la militarización de las escuelas con la Gendarmería. "Muchos directores pasan al gobierno las listas de los que hacen huelga. Digan lo que digan, son listas negras. El gobierno dice que mandó a los gendarmes por temor a una pueblada. Nosotros nos reímos, porque todo lo que hacemos es pacífico. Pero a mi me parece que en el gobierno nacional sienten que algo se les está yendo de las manos. No hay otra explicación para esto de la Gendarmería en las escuelas".
Jorge deja de hablar porque la gente canta algo dirigido a Sobisch y los suyos. "Como a los nazis, les a pasar, a donde vayan los iremos a buscar". Luego se canta que matar a un maestro es matar a la educación. Alguien toma el micrófono y dice las únicas dos palabras que acaso nadie querría haber pronunciado nunca de este modo: "Carlos Fuentealba". Las personas en la plaza responden "Presente". Y luego agregan: "Ahora y siempre".