(IPS) – El ex ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos, fue electo presidente con el voto de apenas 30 por ciento del padrón electoral, mientras la abstención superó el 55 por ciento en este país sudamericano que vive en guerra interna desde 1964.
Aún así, Santos obtuvo 69,06 por ciento de los votos emitidos el domingo 20, en la segunda ronda de los comicios presidenciales. Con este resultado, se consolida el modelo oficialista vigente en Colombia desde 2002.
Más de nueve millones de colombianos respaldaron a Santos, superando los 7,3 millones de electores que habían reelegido en 2006 al actual mandatario derechista Álvaro Uribe.
Se trata de “la votación más grande jamás obtenida por un candidato en nuestra historia. Y lo recibo con humildad y gratitud”, arengó Santos en su discurso de la victoria.
“Si hemos llegado lejos es porque estamos parados sobre hombros de gigantes”, añadió, atribuyendo la frase al físico británico Isaac Newton, aunque se considera que pertenece al filósofo bretón Bernardo de Chartres.
Santos también superó la suma de sufragios a candidatos oficialistas en la primera vuelta, respaldo que se complementa con el control o adhesión de más de 80 por ciento de los parlamentarios, que acataron su llamado a un “gobierno de unidad nacional”.
El resultado cantado en las encuestas, el Mundial de Fútbol y las lluvias torrenciales elevaron la tradicional abstención a 55,52 por ciento, superior al 50,76 por ciento de la primera vuelta y al promedio de 52,17, que se registra desde 1958.
El 27,52 por ciento de los votantes respaldaron al ex alcalde de Bogotá, Antanas Mockus, (Partido Verde, PV), quien rechazó negociar políticamente con la izquierda para sumar fuerzas en la segunda vuelta y a cambio propuso una “alianza ciudadana”.
Su caudal de electores aumentó en poco más de 460.000 respecto a los 3.588.183 que lo apoyaron en la primera vuelta de mayo.
Mockus anunció la independencia del PV frente al nuevo gobierno: “Apoyaremos aquello que se revele como bueno, luego de un intercambio de argumentos libre de presiones”, señaló, al reconocer el triunfo oficialista.
Los 1.329.512 votos (9,15 por ciento) que logró el izquierdista y opositor Polo Democrático Alternativo (PDA) en la primera vuelta engrosaron la abstención del domingo y, en menor medida, el voto en blanco, tras la directriz de no votar por ningún candidato.
El voto en blanco fue magro aunque creció más del doble, de 1,54 por ciento en la primera vuelta a 3,41 por ciento ahora.
El domingo se destacaron reportes de guerra con nueve muertos de la fuerza pública en el nororiental departamento de Norte de Santander, donde hubo combates en la región del Catatumbo, limítrofe con Venezuela.
La guerrilla promovió la abstención y logró disminuir el transporte público en Caquetá y Putumayo, departamentos del sur. En Nariño (suroccidente) fueron atacados la red eléctrica y el oleoducto Trasandino.
Refiriéndose al mayor grupo insurgente, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Santos expresó: “Repito a las FARC se les agotó su tiempo… Los colombianos saben muy bien que yo sé cómo combatirlos”.
El nuevo vicepresidente será el ex líder sindical Angelino Garzón, ex comunista y ex gobernador del occidental departamento del Valle. “Es un campeón de los derechos humanos, de la defensa de los trabajadores”, dijo de él Santos.
En mayo fueron asesinados siete defensores de derechos humanos y líderes campesinos. Cuatro de ellos reclamaban la restitución de sus tierras, ocupadas por milicias paramilitares de ultraderecha, acusadas de los más graves crímenes cometidos en los últimos 20 años en Colombia.
Además, entre mayo y la primera semana de junio recibieron amenazas de muerte más de 100 organizaciones campesinas, sindicales, de derechos humanos, de mujeres y de los movimientos negro e indígena.
En su discurso, Santos “no mencionó ni a los paramilitares, ni a las víctimas”, echó de menos Iván Cepeda, portavoz del Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice).
“No hubo una palabra sobre la paz, ni sobre la solución negociada del conflicto, en una línea de continuismo”, comentó a IPS Cepeda, parlamentario electo por el PDA. La invitación de Santos fue “más que a la unidad nacional, al unanimismo”, dijo.
“Si efectivamente pretende respetar la autonomía del Poder Judicial, deberá eliminar su propuesta de anexar la Fiscalía General de la Nación al Poder Ejecutivo”, advirtió Cepeda sobre el respectivo anuncio de Santos.
Este mes, Uribe propuso ampliar el fuero militar que, por mandato de la Corte Constitucional, no tiene jurisdicción para tratar violaciones de derechos humanos. El presidente electo propone, en línea con el saliente, una reforma a la justicia.
Cepeda subrayó que esa reforma “no puede incluir limitaciones a las conquistas en el juzgamiento de violadores de derechos humanos y responsables de crímenes de lesa humanidad, incluidos aquellos que tienen que ver con las ejecuciones extrajudiciales masivas”.
Santos “tendrá que responderle al país sobre su papel en la ejecución de 2.279 personas presuntamente por parte de la fuerza pública” durante su gestión como ministro de Defensa (2006-2009) y que están bajo investigación fiscal, agregó el portavoz del Movice.
En los últimos días recrudecieron las intimidaciones contra las Madres de Soacha, que buscan justicia por los asesinatos de sus hijos, presentados oficialmente como guerrilleros muertos en combate cuando Santos conducía el Ministerio de Defensa.