Fuente: Agencia Popular de Comunicación Suramericana
Desde que Bush impuso la estrategia de “Guerra preventiva” contra el terrorismo, las reglas establecidas en el mundo de postguerra cambiaron de raiz. El objetivo estratégico de los EEUU pasó a ser el dominio de todas las cuencas con recursos estratégicos. La guerra de Irak y las posteriores mostraron la arbitrariedad del imperio y sus socios.
En Suramérica ese dominio se vió menguado por los fracasos en términos de integración económica (ALCA). pero de ninguna manera atemperó sus ánimos de dominio político y económico. La instalación de bases en zonas estratégicas ha sido y es un objetivo militar. A las bases en Colombia (principal centro de operaciones del Comando Sur) se le suman otras de diversas características.
El objetivo político es alinear a América Latina en su política “antiterrorista”, (una remozada Doctrina de Seguridad Nacional para el nuevo milenio) bajo pretexto de incluir a los países rebeldes en el “eje del mal” y de esta manera como enemigo de los EEUU y la OTAN.
Nuestro país (al igual que Paraguay, Brasil y Uruguay) concentran una de las reservas de agua potable más grandes del mundo: El Acuífero Guaraní. Contenido en gran parte por la cuenca del Río de la Plata y es por tanto un objetivo económico y militar de los EEUU.
Es por esto alarmante que en la provincia del Chaco se instale una base/Centro de Emergencias construida por el Comando Sur de los EEUU. La noticia, publicada por la gobernación (Ver página) da cuenta de que dicha base tendrá un caracter humanitario “…está pensado para emergencias naturales como inundaciones o sequias, pero también puede utilizarles, por ejemplo, par epidemias como el dengue…”.
Esta infraestructura estará equipada con lo último de la tecnología en la investigación y detección de desastres naturales, pues estará conectada a estaciones satelitales que monitoriarán nuestros ríos, y todo aquello que represente un peligro potencial que pueda generar un desastre natural. Como vemos, esta base podría tener el control de la cuenca del Plata, uno de los objetivos militares del Comando Sur.
Ana Ester Ceceña denuncia desde hace varios años que “…Actualmente se habla de 725 bases reconocidas, pero las posiciones son más. Algunas bases son secretas y muchos asentamientos son provisionales o desmontables, usados para las tareas de entrenamiento o supuesto apoyo social a las poblaciones locales. Este último es el caso de las operaciones de Nuevos Horizontes emprendidas por el Comando Sur del Ejército estadounidense, y las de entrenamiento que se realizan generalmente en colaboración con cuerpos de seguridad locales pero dirigidos por los estadounidenses…” (Ver libro)
No casualmente la base se encontrará en el aeropuerto de Resistencia, lugar donde pueden aterrizar aviones de porte civil, pero también militar. Esto, más su posición geopolítica (casi en el centro del Acuífero Guaraní), exponen al lugar como ideal desde el plano militar. Ana Esther Ceceña clasificó a este tipo de zonas como “…con estructuras Estatales solidas y normatividades legitimadas; los Countries “costura o eslabón” (costura de los estados), todos en los sentidos del término, que juegan el papel de Zonas de amortiguamiento y de mediadores para el disciplinamiento de los que se encuentran en La Tercera Región, Llamada la “brecha”, en la que se ubican las Zonas de Peligro sobre las que ESTADOS UNIDOS debe tener una política agresiva de vigilancia, control y de imposición de las normas de funcionamiento (del tanto de los Estados como de los ejércitos y cuerpos de Seguridad, del comercio y las inversiones) adecuadas para el establecimiento de un verdadero sistema globalizado (ver Mapa 1).
A favor podemos decir que el personal que utilizará la base será argentino, pero el entrenamiento quedará a cargo del Comando Sur de los EEUU. Lo que no se dice, es cual o cuales van a ser los satélites que utilizará dicha base, que de ser las norteamericanas nos expone a facilitar información económica y militar a los EEUU.
El iniciador de estas negociaciones fue Earl Anthoni Wayne, que entre sus antecedentes se encuentra “…combate al financiamiento del terrorismo, política energética internacional, comercio, políticas de propiedad intelectual e inversiones, política internacional de telecomunicaciones, políticas de transporte internacional, apoyo a empresas estadounidenses en el exterior…”. (Luego fue destinado a Afganistan y actual embajador de los EEUU en México) (Ver página). Si sumamos todo lo dicho anteriormente encontraremos que ninguno de los datos son casuales.