(IPS) – “Qué triste infancia la de Juanito/ cuando una balacera se desató en su barrio/ él se quedó tirado en el piso/ a muy corta edad/ a la tumba fue a dar”.
Así dice “Carlitos”, una de las canciones del grupo de hip hop mexicano MC Crimen, formado en la norteña Ciudad Juárez, fronteriza con Estados Unidos, nominada en noviembre como mejor tema en el certamen Juárez City Hip Hop Awards.
MC Crimen integra una creciente corriente de rap y hip hop, en la que también aparecen bandas como Delezeta, Versenarios o Escuadrón Kon Klase, surgidas en esa ciudad mexicana azotada por las disputas entre carteles de narcotráfico y la represión de esos grupos por parte del ejército y la policía.
La irrupción de estos músicos es una respuesta de la juventud de Ciudad Juárez a la espiral de sangre que envuelve a la urbe, donde han fallecido en los últimos años cientos de hombres y mujeres menores de 25 años.
“Los sueños, la familia, el barrio, la ciudad, la vida, la guerra y la política son algunos de los temas” que “nutren la historia” contada en esta música, dijo a IPS el documentalista argentino Luciano Larobina, director de la cinta “Havanyork”, de 2009, que relata las vivencias de cultores del hip hop en Nueva York y La Habana.
En 2008 fueron asesinados 5.069 jóvenes de entre 15 y 29 años en México, 25 por ciento de los cuales vivían en siete localidades fronterizas con Estados Unidos, según datos del estatal Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Ese mismo año, Ciudad Juárez, ubicada en el estado de Chihuahua, registró una media de 130 homicidios por cada 100.000 habitantes, cifra que en 2009 subió a 191, para convertirse en la localidad más violenta del planeta, por encima de la Bagdad invadida por las fuerzas estadounidenses, según el no gubernamental Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.
Según recuentos periodísticos, 460 personas menores de 25 años y 900 con menos de 35 años fueron asesinadas con arma de fuego en Ciudad Juárez en 2008.
El estado de Chihuahua ha sido, desde febrero de 2008, el escenario de un amplio operativo policíaco-militar, con unos 8.000 efectivos enfrentando a organizaciones de narcotraficantes que se disputan a balazos la ruta hacia el lucrativo mercado de sustancias ilícitas de Estados Unidos.
“La propuesta de estos versificadores representa una alternativa generacional a los corridos del narcotráfico”, escribió el columnista del diario Reforma, Sergio González.
“Y aunque las temáticas que abordan implican contenidos diversos, existe una proclividad por el uso de la crónica o la ironía ante sucesos cotidianos”, acotó.
Una vertiente en boga en México desde la década pasada en torno al fenómeno del narcotráfico son los llamados “narcocorridos”, interpretados por grupos regionales y que aluden a la conducta de los traficantes de drogas.
El hip hop surgió en la década de 1960 en los barrios urbanos marginales de Estados Unidos y se ha convertido en un modo de expresión de un sector de la juventud de todo el mundo.
Más que un género musical o un baile, el hip hop es un movimiento social, un producto y una reacción a la globalización, y representa también una sólida afirmación política, al exponer una crítica sobre temas económicos, sociales o ambientales, según un estudio del Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat) de 2004.
En diciembre, el funeral de unos jóvenes asesinados en Ciudad Juárez fue amenizado con los versos de MC Crimen.
“El discurso rebelde y contestatario” invita a “reflexionar sobre la contracultura y las realidades paralelas que nacen en todo sistema de gobierno”, según Larobina, quien en 2000 dirigió el documental “Los zapatos de Zapata”.
Agrupaciones como MC Crimen han seguido la huella de conjuntos como Santa Mafia, surgido en 2001 en Bogotá y que ya ha producido dos discos.
En 2007 nació el sello 13 Récords, dedicado a grabar a los conjuntos de hip hop y a promocionar esa variante musical.
Las bandas de hip hop “logran interconexiones entre distintos grupos musicales y configuran una respuesta colectiva de fuerte impacto local”, según González, quien publicó en 2005 “Huesos en el desierto”, un libro sobre el asesinato masivo de mujeres en Chihuahua.
En una localidad del estado de Durango, al norte de la capital mexicana, 10 niños y jóvenes de entre 8 y 21 años fueron acribillados el 28 de marzo, en la más reciente matanza que deja a víctimas jóvenes.
“Escucha mira y calla/ o puedes morir por las balas de una metra-tra-tralla”, canta MC Crimen, un lienzo de lo que hoy sucede en Ciudad Juárez.