Tegucigalpa – El anuncio de la exhumación de una osamenta humana encontrada en la finca Paso Aguán ubicada en la comunidad Panamá, jurisdicción de Trujillo, Colón, convocó a la prensa nacional y extranjera en la sede del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH). La exhumación estará a cargo de un arqueólogo y una antropóloga forense, ambos de nacionalidad guatemalteca y que pertenecen a la Fundación de Antropología Forense de Guatemala. Sus nombres serán revelados una vez que sea juramentados por autoridades judiciales, el miércoles 24 de abril de 2013.
La coordinadora del COFADEH, Bertha Oliva, anunció que el próximo jueves 25 de abril se inicia un proceso de exhumación “para ver si identificamos a algunos de los compañeros desaparecidos reportados”.
La iniciativa surgió a raíz de las denuncias reportadas por el Movimiento Campesino Unificado del Aguán (MUCA) el pasado 3 de abril, cuando se informó del hallazgo de un cuerpo en lo que parecer ser un cementerio clandestino en la finca Paso Aguán, comunidad Panamá.
En dicho lugar fue encontrado el cuerpo sin vida del campesino Gregorio Chávez. La zona que fue ocupada por guardias de seguridad del terrateniente Miguel Facussé, fue recuperada por los campesinos y campesinas, después de encontrar el cuerpo de Chávez..
El lugar se mantiene resguardado en consonancia con un protocolo científico que se demanda para practicar la exhumación y que los familiares que mantienen a parientes desaparecidos puedan quedar satisfechos informó Oliva.
La defensora de derechos humanos dijo que “acudimos al Ministerio Público para solicitar la custodia del lugar en donde se encontró un cuerpo humano y localizamos a una familia que está casi convencida que se trata de su pariente desparecido”.
“Es importantísimo ver que se ha logrado contactar a los expertos forenses guatemaltecos (cuyos nombres serán revelados una vez que sean juramentados por autoridades judiciales de Trujillo el miércoles 24 de abril) y que las autoridades hondureñas estén presentes para permitir las acciones y que sean los familiares que acompañen todo el proceso para cerciorarse si se trata de su familiar desaparecido”, sostuvo Bertha Oliva.
Frente a los señalamientos divulgados en algunos medios de comunicación de que los campesinos del Aguán integran como grupos armados y gente deshonesta, Oliva señaló que” el campesinado ha demostrado una militancia impresionante, para resguardar la escena del cementerio clandestino, y eso es todo un sacrificio y es el deseo de que no se continúe cometiendo tanto abuso con los reclamantes del derecho a la tierra”.
“Esta no va a ser una exhumación para borrar evidencias, va a ser una exhumación para encontrar respuestas, para generar conciencia, el pueblo y las comunidades están esperando este proceso”, destacó la Coordinadora General del COFADEH.
Fiscalía de Derechos Humanos acompaña el proceso
El Fiscal Especial de Derechos Humanos, Gérman Enamorado, explicó que la primera fase de la exhumación comprenderá la extracción de restos humanos que posiblemente correspondan solo a una persona, pero esa es una expectativa, porque pueda ser que haya restos de más personas.
“Esa es la primera parte del trabajo, la extracción formal de los restos humanos para que podamos tener indicios que puedan ser llevados en custodia, luego viene una labor científica muy delicada que es la identificación, sobre a quién corresponderían los mismos, y si vamos más allá, es poder ubicar a los responsables de quienes hubiesen cegado la vida de esta u otras personas”, detalló el funcionario.
Enamorado dijo que hace falta que el Estado ejerza soberanía y ésta no solo referida al despacho de destacamentos policiales o militares que en mucho hemos posteado situaciones en las cuales son objeto de abuso los ciudadanos.
Por parte el Secretario General del MUCA, Yoni Rivas, subrayó que “nosotros hemos venido denunciando la ola de criminalidad que se vive en el Bajo Aguán, la persecución, encarcelamiento y ahora desapariciones en contra de campesinos, únicamente porque los aparatos de justicia se dedican a proteger los intereses de los grandes terratenientes”.
Hoy damos a conocer la exhumación en legal y debida forma y no queremos que sea una exhumación más como la de Ahuás (en la mosquitia) en donde muchas evidencias pudieron haber desaparecido, pero que en esta tenemos la esperanza de que se de con los responsables, que se realmente con la investigación; esperamos que se haga justicia en este y en más de cien casos, porque están vinculados a la tenencia de la tierra. El Estado de Honduras no tiene una política orientada a que los campesinos tengan acceso a la tierra.
“Queremos que se pueda ver que los grupos armados que comandan los terratenientes en esta zona del Aguán son capaces hasta de desaparecer personas, el 6 de julio de 2012 se encontró el cuerpo sin vida del compañero Gregorio Chávez, hoy dejamos evidenciado las palabras que dio el señor Miguel Facussé el 15 de noviembre de 2010, en donde aceptó públicamente que sus hombres armados habían asesinado a 5 campesinos en el sector del Tumbador, yo creo que si la Fiscalía si realmente buscara responsables ya el señor Facussé estaría tras las rejas, porque es el intelectual de casi un centenar de crímenes que van en esta zona”, sostuvo Rivas.
Finalmente compareció ante los medios de comunicación Rosa Ena Lara, hermana del campesino José Antonio López Lara , quien expresó que la razón de estar en este lugar es porque vengo a pedir justicia por la muerte de él, ya que el 29 de abril va a cumplir un año de desaparecido.
Lara narró que acudieron al COFADEH para poner la denuncia de la desaparición de su hermano y estamos contentos del proceso de exhumación, ya que hemos estado con mucha incertidumbre y tenemos la esperanza de recuperar el cuerpo y poder darle una cristiana sepultura.
“Queremos justicia, no solo para mi hermano, porque hay muchas personas desaparecidas y como familiares nos preocupamos mucho porque no hemos visto respuestas de nadie para encontrar a los culpables”, apuntó Rosa Ena Lara.
Con esto no queda ninguna duda de que en la zona del Aguán no solo asesinan, no solo violan sexualmente a las mujeres, no solo torturan a los que detienen ilegalmente, sino que también cometen el oprobioso crimen, como es la desaparición forzada y que sepan que los han cometido ese delito que sepan que estas acciones no prescriben y que vamos a buscar justicia en cualquier terreno que sea, resaltó Oliva.
En la zona del Aguán han ocurrido distintas violaciones a los derechos humanos, que preocupan seriamente a la comunidad internacional.
Al menos cinco personas han sido desaparecidas: el 2 de julio de 2012, el dirigente campesino Gregorio Chávez, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado tres días después en un sector de la finca Paso Aguán; en aquella oportunidad, guardias del terrateniente Miguel Facussé impidieron a los familiares y amigos indagar sobre los rastros de sangre dejados al arrastrar el cuerpo de Chávez hacia las oficinas de la cooperativa Panamá, localizada en la finca Paso Aguán.
El 15 de mayo de 2011, en ese mismo sector fue desaparecido el campesino Francisco Pascual López (37), mientras pastoreaba ganado. Un niño que lo acompañaba escuchó dos disparos e informó a su padre, pero su cuerpo no fue encontrado.
El 29 de abril de 2012 el campesino José Antonio López Lara (46), fue desaparecido mientras se encontraba pescando en el río Ilanga, conocido como las Mancas, a unos 200 metros de donde se encontró la fosa clandestina en la comunidad Panamá.
En febrero de 2012, el campesino Antonio Gómez (55), cuando apenas tenía una semana de laborar en la Finca Panamá, salió hacia su trabajo y luego no se volvió a saber nada de él. Anteriormente había sido socio del movimiento Nueva Vida de Rigores.
Por su parte, el campesino Lito Rivera (35), trabajaba en la empresa asociativa Panamá como vigilante, luego de marcharse de la casa de su sobrina, a las 2:00 p.m. del día 30 de enero de 2012, con rumbo a su centro de trabajo, desapareció y no se volvió a saber de él.
En torno a las desapariciones, el MUCA denunció que éstas se produjeron mientras los guardias de seguridad del terrateniente Miguel Facussé cuidaban las instalaciones de la finca Paso Aguán, recuperada por los campesinos y campesinas que han procedido a vigilar el perímetro en el cual se reveló sobre la existencia de un cementerio clandestino.