Fuente: Telesur
Movimientos sociales chilenos y sindicatos convocaron este martes a una manifestación para el 11 de septiembre próximo para exigir al Gobierno un país más justo y democrático en el marco del 37 aniversario del golpe de Estado que derrocó al presidente Salvador Allende e instaló una cruenta dictadura por 17 años.
“Se está planificando un gran Bicentenario, como si Chile fuese un país que tiene todos los temas resueltos y lo que venimos observando hace mucho tiempo es todo lo contrario”, sostuvo a la prensa internacional la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidosy Desaparecidos (AFDD), Lorena Pizarro.
Además de la AFDD, en la marcha participarán miembros de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF).
“Las organizaciones de derechos humanos sentimos que Chile es un país que tiene una democracia muy frágil, donde el respeto a esos derechos no está garantizado”, indicó Pizarro.
Las instituciones de derechos humanos preparan también, aparte de esta manifestación, otra serie de protestas que se llevarán a cabo a lo largo de la semana.
“Es un año de grandes movilizaciones, van a venir muchas más, y se tendrá que ir creando una fuerza social que sea capaz de responder a tanta injusticia, a tanta situación que no es posible soportar”.
El presidente de la ANEF, Raúl de la Puente, indicó que el respaldo de las organizaciones de derechos humanos durante estas protestas es de gran importancia puesto que es una forma de asegurar que “nunca más vuelva a existir ese período negro de dictadura que nos tocó vivir como país”.
El dirigente también pidió a la población chilena que se adhiera a un paro que la ANEF está convocando por 48 horas para este 8 y 9 de septiembre en protesta por los dos mil 500 empleados públicos que han sido despedidos.
“Este Bicentenario será recordado por dos mil 500 familias por el hecho de haber perdido su derecho al trabajo”, dijo.
Por estos despidos masivos los trabajadores públicos ya han realizado protestas.
El pasado 26 de agosto alrededor de 80 mil funcionarios públicos chilenos iniciaron un paro nacional de 24 horas contra los despidos masivos en el sector, al que también se unieron estudiantes, profesores, organizaciones políticas, sociales y sindicales del país.
Sobre esto, María Eugenia Puelma, encargada de derechos humanos de la CUT, expresó que los trabajadores en Chile no pueden ser indiferentes a que en la actualidad exista en el país un Gobierno de derecha.
A los trabajadores “no les puede ser indiferente que hoy día exista un Gobierno de derecha en Chile, un Gobierno que reprime a los trabajadores de forma brutal y, por lo tanto, deja ver una nueva cara política del fascismo”, consideró.
Con respecto a la situación que atraviesan actualmente los 32 presos mapuche que se encuentran en huelga de hambre desde hace casi 60 días, Puelma opinó que esto es una contradicción moral del Gobierno.
Esta huelga de hambre de los nativos chilenos comenzó el pasado 12 de julio para exigir garantías a la justicia chilena ante la lucha que libra esta comunidad para recuperar las tierras que les pertenecen por derecho ancestral, pero que actualmente se encuentra en manos privadas.
En relación con los mineros del yacimiento San José, en el desierto de Atacama (norte) que están atrapados bajo tierra desde el pasado 5 de agosto, Luis Fuentealba Reyes, miembro del Consejo Directivo de la CUT, expresó que se ha convertido en todo un espectáculo de la ”farándula” chilena sin tomar en cuenta que detrás de eso existe la realidad de cientos de minas en el país que ponen en peligro la vida de los trabajadores.
La marcha convocada para este 11 de septiembre para conmemorar el golpe militar recorrerá todo el centro de Santiago (capital) y culminará en el monumento en memoria a las víctimas de la dictadura ubicado en el Cementerio General de la ciudad.