En un comunicado, la ORPIO denuncia la situación de “nuestros hermanos de la costa y de los andes que sufren los efectos negativos de la minería”. Después de 40 años de actividades extractivas, las petroleras “han dañado nuestros peces, nuestras quebradas, nuestras cochas, nuestra tierra y el agua que nos da vida. Las cuencas del Corrientes, Tigre, Pastaza, Chambira y Marañon sufren en la actualidad por los impactos de las empresas petroleras. El resultado de estas operaciones es lamentable y nos llena de justa indignación”.
Los pueblos indígenas del Amazonas advierten: “Alertamos al pueblo de Iquitos que el agua de la cuenca del Nanay que abastece a la ciudad, está en serio peligro por el inminente inicio de actividades petroleras. Nosotros, los indígenas que hemos vivido este flagelo, anunciamos que estaremos juntos con ellos también defendiendo sus derechos. El agua no es una mercancía, el agua es un derecho!”.
Con respecto al gobierno de Humala, que recientemente ante los representantes de las grandes empresas transnacionales mineras puso en venta al Perú en los salones del Gran Casino de Madrid, los indígenas del Amazonas son contundentes.
“Como la mayoría de peruanos que luchamos por una alternativa diferente de gobierno, nos sentimos profundamente decepcionados y ofendidos por la actuación del gobierno de O. Humala. Este gobierno en vez de cumplir con sus promesas de defender el agua y la vida del pueblo peruano, reprime y amenaza con mano dura a quienes ejercemos el derecho a la defensa del agua como derecho humano y el derecho a decidir sobre nuestros territorios”.
Antes de llamar a la movilización “permanente”, la ORPIO expresa su solidaridad y apoyo a la lucha del pueblo de Cajamarca en contra del proyecto Conga, en defensa del agua, la vida y el derecho de los pueblos indígenas. La ORPIO considera la movilización del próximo 1 de febrero preámbulo a las grandes movilizaciones que confluirán entre el 9 y 10 de febrero bajo el lema “El agua no se vende. El agua se defiende. Conga no va, ni aquí, ni allá. No más actividad petrolera en Iquitos”.