¿Geógrafos Utilizados para Recopilar Inteligencia?
“La guerra es el camino que Dios ha elegido para enseñarnos geografía,” escribió Ambrose Bierce, periodista y crítico social estadounidense. Hoy día investigamos si un profesor de la Universidad de Kansas (KU) está guiando a los estadounidenses hacia el camino de la guerra por medio de la geografía.
El Dr. Jerome Dobson, profesor de geografía y presidente de la Sociedad Geográfica Americana (AGS), entregó un informe de una página y media al Departamento de Defensa y agencias civiles a finales de 2004-principios de 2005, buscando fondos para promover un proyecto “académico” de 125 millones de dólares que mandaría a geógrafos por todo el mundo para realizar trabajo de campo.
“La deficiencia más grave en la inteligencia extranjera que desafía al país es precisamente el tipo de inteligencia que se aprende a través del trabajo de campo, y no hay ninguna razón para esconder esta clase de información,” escribió Dobson. “Para el gobierno, la mejor y más barata forma de conseguir esta inteligencia sería financiar a la AGS para manejar un programa de subvención de investigaciones extranjeras en cada país del mundo.”
Este programa de trabajo de campo, llamado Expediciones Bowman, fue recibido con entusiasmo por el Dr. Geoffrey Demarest, ex Teniente Coronel y especialista actual de Latinoamérica para la Oficina de Estudios Militares en el Extranjero (FMSO por sus siglas en ingles) que pertenece al ejército de los EE.UU. La FMSO es un centro de investigaciones ubicado en la base militar de Fort Leavenworth, aproximadamente a 80 kilómetros de KU. Según su sitio web, la FMSO “realiza programas analíticos enfocados en amenazas emergentes y asimétricas, desarrollos regionales militares y de seguridad, y otros temas que definen ambientes operacionales evolutivos en todo el mundo.” Demarest, un graduado de La Escuela de las Américas, ha servido en diversas tareas en Latinoamérica durante los 23 años de su carrera militar. El ha escrito extensivamente sobre contrainsurgencia y cree que el mapeo y la propiedad privada son herramientas necesarias para avanzar estrategias de seguridad para los EE.UU., tal como el Plan Colombia. El ayudó conseguir un fondo de $500,000 para financiar a México Indígena, la primera Expedición de Bowman, la cual hasta recién ha estado silenciosamente trazando mapas de tierras indígenas en Oaxaca, México.
En enero, un comunicado escrito por la Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez de Oaxaca, (UNOSJO) acusó que el proyecto fue llevado a cabo sin obtener consentimiento libre, previo e informado de las comunidades locales, como lo requiere la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. La UNOSJO también cuestiona si el proyecto, el cual no solo involucra a la oficina del ejército estadounidense, que maneja el controvertido Sistema de Terreno Humano (HTS), sino que también obtiene la participación de Radiance Technologies, una compañía de inteligencia y desarrollo de armas que podría, en el futuro, utilizar la información recaudada en temas de contra-insurgencia, biopiratería, o la privatización de la tierra, todo en detrimento de las poblaciones locales.
El comunicado generó un pequeño huracán de crítica de parte de varios sitios de Internet y listservs (así como una lluvia de artículos en los diarios de Oaxaca). Pero cuando los reportes del conflicto comenzaron a aparecer en los medios informativos internacionales, tales como Pravda y Seoul Times, los directores del proyecto, Dobson y el profesor asociado de la KU Peter Herlihy (geógrafo principal de México Indígena), tuvieron que defender la ética, propósito y ámbito de cobertura de sus proyectos.
“Ya que la Oficina de Estudios Militares Extranjeros ha sido uno de los varios proponentes de México Indígena, la primera Expedición Bowman,” escribieron en el sitio web de México Indígena para aclarar “conceptos erróneos” sobre el proyecto, “ha habido un cierto nivel de confusión comprensible referida a los propósitos del proyecto… la meta de la FMSO es apoyar el incremento de conocimiento sobre el terreno cultural, para que el gobierno de los EE.UU. pueda evitar errores inmensamente costosos, los cuales ha cometido debido en parte a la falta de tal información.”
Sobre la creciente controversia en México, declararon que “El equipo de México Indígena está bien consciente que hay gente sospechosa del hecho de que la FMSO es uno de sus proponentes. Pedimos solamente que esos críticos potenciales mantengan una mente abierta, y que aprendan un poco sobre lo que realmente hacemos, y que reconsideren la suposición de que cualquier acción que involucra al gobierno de los EE.UU. tiene que ser intrínsecamente mala.” Estas palabras solo echaron mas leña al fuego.
Comunidad Encendida
En una pequeña comunidad rural Zapoteca ubicada en la distintamente aislada Sierra Juárez de Oaxaca, en el sur de México, un encuentro regional que celebró la autonomía del pueblo indígena tuvo lugar entre el 21 y el 23 de febrero. La Tercera Feria de La Milpa- Globalización y Los Recursos Naturales de la Sierra, convocada por la UNOSJO, reunió a cientos de personas locales para consolidar el proceso en marcha de autonomía y presentar una muestra de su cultura basada en el maíz y la soberanía alimentaría. Sin embargo, el urgente asunto de la controversia sobre el mapeo pareció eclipsar las demás discusiones.
“Queda muy claro que no queremos que nadie haga mapas por aquí,” dijo Juan Pérez Luna, líder comunitario de la aldea patrocinadora, Asunción Lachixila. “Sí, queremos trazar mapas de nuestras propias comunidades, y sí, que queremos aprender como hacerlo, pero no creemos en lo que estaban diciendo estos geógrafos (Mexico Indígena).” Don Juan, abuelo joven que asistió a la reunión, habló con franqueza sobre el proyecto, “Pensamos que estos estudios tratan sobre la contrainsurgencia."
Los geógrafos estadounidenses que promueven el proyecto de México Indígena se acercaron por la primera vez a la UNOSJO en el 2006, al reconocer que la ONG era el punto de entrada para las comunidades Zapotecas. Esto coincidió con el desarrollo de los movimientos sociales populares en Oaxaca, los cuales dieron luz a la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) y una clase nueva y dinámica de levantamiento popular, destacado por estructuras horizontales y acción directa no violenta. La APPO ocupó la ciudad de Oaxaca durante siete meses y la convirtió en la Comuna de Oaxaca, movilizando con frecuencia hasta 500,000 ciudadanos en apoyo de sus demandas revolucionarias. El estado, sin saber como tratar este tipo de disturbio social (falta de líderes obvios para arrestar, desaparecer o asesinar) fracasó repetidamente en sus intentos de silenciar a la rebelión y eventualmente mandó a más de 5,000 miembros de la Policía Federal Preventiva (PFP), la fuerza militar-policial más armada de México, para retomar la ciudad. La violenta contraofensiva resultó en varias muertes, cientos de detenciones, y fue seguida por una represión intensa contra el movimiento social.
Comunidades indígenas por todo el estado de Oaxaca, representando el segmento más pobre y oprimido de la población, se unieron al movimiento social inclusivo. Las comunidades Zapotecas de las Sierras respaldaban a la APPO, apoyando sus demandas para autonomía indígena.
La exigencia de “la gente indígena de tenencia y autonomía territorial se enfrenta a las políticas neoliberales de México- y a la democracia misma”, escribieron los Profesores Dobson y Herlihy en un artículo en julio de 2008 publicado en Geographical Review (“Una Geografía Digital de México Indígena: Prototipo para las Expediciones Bowman de AGS”). Esta observación plenamente política queda completamente en contraste a una respuesta escrita que Dobson dio el 5 de febrero sobre la creciente controversia alrededor de su proyecto. Momento en el cual el afirmó: “la dedicación perdurable de nuestro equipo hacia la gente indígena de Oaxaca y nuestra neutralidad en toda cuestión política.”
“La UNOSJO ha estado mostrando el motivo real de Dobson, o mejor dicho de las autoridades militares de EE.UU. quienes realmente están detrás del proyecto de trazar mapas; tienen un interés en privatizar las tierras comunales,” explicó Aldo González, de la UNOSJO. “Como parte de sus investigaciones cartográficas, están intentando entender la resistencia de las comunidades hacia la privatización, para que al comprenderlas puedan identificar los mecanismos necesarios para forzarlos a rendirse al programa de PROCEDE (una conspiración gubernamental para la privatización). Las Expediciones Bowman admiten abiertamente que están acumulando información para mejorar la capacidad de los EE.UU. de tomar buenas decisiones acerca de la política exterior. Es decir que van a tomar en cuenta la información recopilada en estas comunidades y aplicarla de una manera general a todas las comunidades bajo circunstancias similares por todo Oaxaca y por todo México.”
El sitio Web de México Indígena revela que, “Desde el período tumultuoso de descontento político en el verano y otoño de 2006, se ha visto a Oaxaca en las noticias como una región con una larga historia con motivos de queja y se está aliando a otros movimientos de una manera compleja. Nuestro trabajo iluminará partes importantes pero olvidadas de estos movimientos.” Esto subraya las dudas, como las de Don Juan y González, que el enfoque real del proyecto es la contrainsurgencia y la ingeniería social.
Cuando fue cuestionado sobre el anteriormente mencionado propósito de entender los movimientos sociales, Herlihy no se acordó inicialmente de lo dicho en su propio sitio web. En una entrevista de seguimiento, respondiendo a la cuestión de aclarar la declaración en su sitio web, defendió su investigación y su propósito. “Al fondo del conflicto social, es muy común encontrar que el asunto central es la tierra. Nuestra metodología de investigación participativa en el trazado de mapas ayudó a iluminar el programa poco conocido de PROCEDE y cómo la privatización neoliberal de la ‘propiedad social’ comienza a amenazar el modo de vida de los indígenas. La introducción de la práctica de propiedad individualista y capitalista sobre la tierra cambia las promesas históricas de la inalienabilidad de la propiedad comunal,” escribió Herlihy en un correo electrónico. “De hecho, comunidades y organizaciones indígenas apenas han comenzado a protestar los resultados y el impacto del Programa de Certificación de Derechos Ejidales.”
Otra parte intrínseca de la guerra de palabras en este conflicto amargo es la insistencia de Expediciones Bowman que la UNOSJO, y en particular, Aldo González, no tiene el derecho de hablar en nombre de las comunidades. “La UNOSJO es una ONG pequeña que trabaja con los Zapotecos y otras comunidades indígenas de la Sierra Juárez (pero) no es la voz política ni oficial de las comunidades Zapotecas donde realizamos nuestras investigaciones,” escribió Herlihy en una comunicación oficial junto a otros alumnos y profesores participando en México Indígena.
González refuta la acusación. La UNOSJO- con la afiliación de 24 comunidades- es la organización Zapoteca más grande de la región. Dijo: "El Sr. Herlihy y el Sr. Dobson- y efectivamente el ejército de los EE.UU.- están acostumbrados a hablar con individuos. Para ellos es suficiente pedir permiso a una sola persona como el dueño de un terreno. Pero para las comunidades indígenas las cosas no son así. Hoy estamos luchando por la autonomía de nuestra gente indígena, y este proyecto es más grande que una sola comunidad. Entonces lo que esta pasando en Tiltepec y Yagila está afectando a otras comunidades Zapotecas. Por esto, tenemos el coraje, la obligación y la razón porque protestar en contra de Expediciones Bowman porque no son solamente las comunidades de Tiltepec o Yagil, sino todas las comunidades Zapotecas de la región, y a fin de cuentas, todas las comunidades indígenas de México, a quienes les está afectando o les afectará por los estudios.”
“Permita que la gente de Oaxaca hable por sí misma,” escribió Dobson en una respuesta a los críticos el pasado 5 de febrero. El problema para Dobson es que las comunidades que patrocinaron el proyecto de trazado de mapas- San Miguel Tiltepec y San Juan Yagila- si han hablado al público sobre el asunto.
“Los investigadores y estudiantes (Derek Smith, John Kelly, Aída Ramos y otros) encabezados por Peter Herlihy que se presentaron ante la Asamblea General de nuestra comunidad, solo informaron que el objetivo de su investigación, era conocer los impactos del Procede en comunidades indígenas, nunca nos informaron que los datos que recabaron en nuestra comunidad, serían entregados a la Oficina de Estudios Militares Foráneos (FMSO) del Ejército de los Estados Unidos, y tampoco informaron que esa institución era una de las fuentes de financiamiento del proyecto. Por tal motivo consideramos que nuestra Asamblea General fue engañada por los investigadores, con la intención de sacar la información que era de su interés.” (San Miguel Tiltepec, Ixtlán de Juárez, Oax., a 17 de Marzo de 2009)
Herlihy, líder encabezado de México Indígena, escribió “nuestros lideres comunitarios han abiertamente y desde el corazón expresado apreciación hacia nuestro esfuerzo. Y se reconoce la utilidad de los mapas que hemos producido juntos, tanto como la enseñanza recibida por los investigadores comunitarias y los alumnos universitarios involucrados.”
González ofreció otro punto de vista sobre los eventos: “Hemos estado hablando con las comunidades involucradas con los estudios de EE.UU. y ellos mantienen que no fueron suficientemente informadas sobre la fuente de financiamiento y por eso se sienten enojados. Por cierto el equipo de Herlihy va a intentar acercarse a ellos para cambiar sus mentes y convencerles de lo contrario, y eso generaría mas debate.”
Zoltan Grossman, un miembro de la facultad de Estudios de Geografía y Nativos Americanos de Evergreen State College que también sirve como co-presidente del Grupo Especializado en Personas Indígenas para la Asociación de Geógrafos Americanos (AAG), ha estado siguiendo el proyecto y la controversia que lo rodea. “En este caso del mapeo de las tierras comunales, parece que algunas comunidades indígenas están trabajando con el proyecto de Herlihy, mientras que otras se mantienen sospechosas,” dijo Grossman, hablando personalmente y como parte del Grupo Indígena de AAG. “Personalmente, no creo que el apoyo dado por algunas personas indígenas debe ser utilizado para anular las críticas de otros.”
Añadió que todo esto puede agravar las divisiones internas entre la gente indígena, mientras que también crea una dinámica colonial de dividir y conquistar, que pone a una comunidad indígena en contra de otra. Mientras tanto en Oaxaca, todos están tomando una postura. Don Juan de Lachixila se siente más decepcionado con sus vecinos de Tiltepec y Yagila: “No tienen la conciencia de lo que esta realmente sucediendo. Fueron engañados.”
Melquiades Cruz, una trabajadora indígena de comunicaciones de Santa Cruz Yagavila (la primera comunidad que dejó de trabajar con el proyecto de México Indígena), admitió que al principio, la gente estaba interesada en el proyecto como una manera de potenciar estudiantes locales. “Inicialmente la comunidad tuvo interés en el proyecto de México Indígena primeramente para que los jóvenes aprendieran como hacer este tipo de información grafico, para ser útil en la comunidad y la región. La comunidad entró en comunicación con ellos, y hubo tres asambleas para la presentación de su proyecto,” dijo Cruz. “Fue durante la tercera asamblea que la comunidad les dijo que este proyecto ya no les apetecía porque pensamos que parecía un montón de dinero y tenía que haber algo escondido detrás. Pero, si tienen el dinero para dejar su personal aquí para dar capacitaciones y enseñanzas a nuestra gente para hacer todo el trabajo, y eso es todo, entonces lo podremos hacer. Para que este conocimiento sea comunal, y para que se comparta entre la comunidad y los académicos que vienen de afuera.”
Cruz dijo que el equipo de México Indígena rompió las relaciones después de eso. La comunidad entonces pensó en no tomar una decisión formal en la asamblea. “Estas personas que vienen de afuera siempre intentan vender una idea genial- en este caso quieren producir una imagen gráfica de la comunidad- pero esta vez vimos la realidad, y dijimos, no es solo un mapa gráfico, es posible que estén interesados en los recursos de la comunidad,” dijo Cruz. “Vimos que había algo más detrás.”
Entre los Zapotecos de Lachixila, se oye el retumbo de la acusación de actividades contrainsurgentes. La UNOSJO también ha esbozado sus dudas en los campos de la privatización de la tierra y la biopiratería. “No es solamente un asunto de control militar, sino que se trata de un control estratégico sobre las comunidades, controlando su tierra y su consumo,” dijo González.
El asunto de la biopiratería ha sido trabajado por grupos inscritos en los temas de soberanía alimentaría y apoyo medioambiental. Silvia Ribeiro, investigadora para el grupo de apoyo medioambiental ETC escribió en La Jornada, el diario Mexicano, “Estos mapas son de inmensa utilidad para fines militares y para contrainsurgencia, pero también para propósitos industriales (explotación de recursos minerales, vegetales, animales y de biodiversidad; mapeo de vías de acceso ya construidas o fuentes ‘necesarias’ de agua, poblados, mapeo social detallando posible resistencia o aceptación referente a proyectos, etc).”
“Estamos dejando el poder de los mapas en manos de las comunidades,” insistió Herlihy. ¿Pero es posible que el proyecto de estos geógrafos de la Universidad de Kansas sirva como una coartada para Demarest de la FMSO, campeón del proyecto de Bowman? ¿Puede que sirva para avanzar su agenda de fortalecer la colaboración entre “políticos, oficiales y soldados para tener mejor información sobre el terreno” a través del sistema de mapas GIS para manejar una guerra?
Melquiades Cruz de Santa Cruz Yagavila alegó que los geógrafos no fueron claros con los orígenes de sus fondos, sugiriendo así una falta de confianza con la relación entre el proyecto y el ejército, hasta aludir a un esfuerzo consciente de esconder los diseños militares detrás del proyecto. “Herlihy dio una presentación a la comunidad mostrando los usos de los mapas y dónde habían trabajado antes, pero nunca mencionó de dónde provenían los fondos,” dijo Cruz. “El dijo que el proyecto estaba siendo financiado por la Universidad de Kansas o la Universidad de San Luis, pero nunca mencionó que las Fuerzas Armadas de los EE.UU. eran una fuente de fondos, nunca.”
“Al dejar de revelar sus intenciones claramente, al dejar de revelar los orígenes de sus fondos, y al dejar de dar toda la información, México Indígena está violentando a las comunidades. Ocultan la verdad, están mintiendo,” dijo González. “Lo que dicen es un engaño, una decepción. Sí, reconocemos que los mapas tienen una cierta utilidad para las comunidades, pero lo que vemos detrás del proyecto no es una mano amiga. No, en realidad es espionaje, una forma de espiar a las comunidades.”
Respondiendo a los ataques de los críticos sobre la falta de transparencia, Herlihy se acuerda de numerosas presentaciones que dio a las comunidades sobre el proyecto y “estaba seguro de haber declarado que el proyecto fue parcialmente financiado por la Oficina de Estudios Militares Extranjeros” No obstante su descripción de la FMSO como una “oficina pequeña de investigaciones militares basada en Fort Leavenworth cerquita a la Universidad de Kansas”, parecía deficiente, especialmente en vista del hecho que las investigaciones realizadas por la oficina tienen un enfoque en la contrainsurgencia y las “amenazas emergentes y asimétricas.”
¿Una propuesta indecorosa?
El ex presidente de los EE.UU. Ronald Reagan hablaba con frecuencia de los EE.UU. como “una ciudad brillante sobre una colina, cuyo faro guiaba a todas aquellas personas amantes de la libertad”, mientras que al mismo tiempo fraternizaba con el ex dictador genocida de Guatemala, Efraín Ríos Montt, financiando y entrenando escuadrones de muerte en El Salvador, y siendo acusado por la Corte Mundial por el "uso ilícito de fuerza" (terrorismo) en el apoyo abierto y secreto que proveía a los Contras de Nicaragua.
En un sentido semejante, ni Dobson ni Herlihy parecen aceptar ningún tipo de crítica radical sobre el poder de los EE.UU., refutando admitir los diseños imperialistas para la región que han continuado desde el Destino Manifiesto. "El razonamiento para las Expediciones Bowman está basado en mi firme creencia de que la ignorancia geográfica es la causa principal de los errores que han caracterizado la política extranjera de los EE.UU. desde el fin de la segunda guerra mundial," escribió Dobson el 5 de febrero en su respuesta a los críticos. Él me dijo en una entrevista que, "Los EE.UU. abandonó la geografía después de la segunda guerra mundial y no ha visto victoria en ninguna guerra desde aquel entonces." Sin embargo, declaraciones de este tipo contradicen las afirmaciones que el proyecto en Oaxaca fue concebido exclusivamente para "ayudar" a la población indígena.
"Es la prostitución de la geografía para la clase dirigente nacional," dijo Neil Smith, profesor distinguido de Antropología y Geografía del Centro de Maestría en City University de Nueva York. Smith escribió el libro El Imperio Americano: El Geógrafo de Roosevelt y el Preludio para la Globalización, el cual desenmascara a Isaiah Bowman, el nombre heredado para el proyecto de Dobson, como un racista e imperialista. "El proyecto es apropiadamente nombrado Expediciones Bowman," afirmó Smith. "Está siguiendo la misma tradición que él inició."
El artículo escrito por Dobson y Herlihy en julio de 2008 muestra que el General David Petraeus, coautor del "Manual de Campo de Contrainsurgencia para el Ejército/Infantería de la Marina de los EE.UU.", se reunió con el equipo de investigación de México Indígena en Octubre de 2006 y les comentó que las "tropas estadounidenses no estaban preparadas para los ‘terrenos culturales’ en Irak y Afganistán y necesitaban maneras de hacer más inteligentes a las tropas de manera más rápida.’" Dobson comparte con los lectores su respuesta, explicando "como la geografía mezcla los terrenos ‘culturales’ y ‘geográficos’ en un ‘paisaje cultural’ sintético."
En el resumen ejecutivo del proyecto, preparado por el contratista de defensa Radiance Technologies (cuyo papel según la compañía es proveer "requisitos de supervisión"), México Indígena "representa el primer paso en un concepto mucho más grande de revivir una tradición de investigación realizada por eruditos universitarios que provee ‘inteligencia de código de fuente abierta’ en diferentes partes del mundo… (en vista de) la realización desafortunada que los EE.UU. hoy es percibido como una potencia mundial poderosa lisiada por su ignorancia y arrogancia en cuanto a sus relaciones con el vasto dominio global."
El documento también declara que, "Las regiones indígenas en México, igual que tantas partes de Latinoamérica y el mundo entero, son lugares donde las rebeliones son fomentadas, las drogas son producidas, donde florecen operaciones de piratas de recursos, y donde las condiciones de pobreza y desesperanza aumentan las tazas más altas de nuestra migración. Mientras avanza el siglo XXI, pocos se pondrían en desacuerdo que las poblaciones indígenas son entre los actores sociales más importantes en las luchas para el futuro de las democracias latinoamericanas. Hoy día la lucha populista en contra del neoliberalismo ha sido central para el movimiento indígena en México, ilustrado por el surgimiento del Ejército Zapatista en Chiapas, desafiando la corrupción y las estrategias neoliberales de los gobiernos anteriores del PRI en el primer ímpetu del TLC."
Amnistía Internacional (AI), el 9 de febrero, hizo una declaración criticando un reporte de derechos humanos hecho por el gobierno de México y entregado al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. México es uno de los 16 países que serán evaluados por el organismo mundial Universal Periodic Review Working Group. Según AI, el reporte "falla en reconocer el agravamiento del clima de derechos humanos en muchas partes del país." AI también ofreció un reporte alternativo, el cual concluyó que "agentes de la policía municipal, estatal y federal implicados en graves violaciones de derechos humanos, por ejemplo detención arbitraria, tortura, violación y matanza ilícita, particularmente los abusos cometidos durante disturbios civiles en San Salvador Atenco y la ciudad de Oaxaca en 2006, no han sido llevados ante la justicia." También es notado que, “Los defensores de derechos humanos, particularmente en áreas rurales, comúnmente sufren persecución y a veces detención prolongada justificada por acusaciones fabricadas o motivadas por razones políticas."
La FMSO, proponente principal del proyecto de mapeo de Oaxaca, maneja el Sistema del Terreno Humano, un programa militar utilizado por General Pertaeus en Irak y Afganistán, el cual une a antropólogos y unidades militares para hacer investigaciones de campo con la meta de ayudar los esfuerzos contrainsurgentes en ambos países. La primera comunicación de UNOSJO enviado en Enero declaró que creen que las Expediciones Bowman son una manifestación del programa contrainsurgente.
Roberto González, profesor asociado de antropología en la Universidad de San José y autor de Contrainsurgencia Americana: Ciencia Humana y el Terreno Humano, dijo a CounterPunch en una entrevista, que el programa es "una confabulación para lavar la imagen de la contrainsurgencia y la guerra antirrevolucionaria, lo cual es siempre un negocio sucio. Aunque el ejército de los EE.UU. tiene más de un siglo de experiencia en guerra contrainsurgente (desde las ‘Guerras Indias’ de los 1800 y la campaña cruel contra los revolucionarios Filipinos a principios de los 1900), el General David Petraeus y otros técnicos del campo de batalla han representado el método como un modo ‘más gentil’ de batallar, reclutando científicos políticos, antropólogos y otros científicos sociales para crear las posibilidades para hacer este lavado." Esto provocó la creación de la Junta Directiva de la Asociación Americana de Antropólogos generar una declaración oficialmente condenando el Programa de Terreno Humano como una violación de los principios éticos, por ejemplo la aseguración del consentimiento informado y voluntario o la garantía del bienestar de las poblaciones afectadas.
Dobson, en su articulo para la Revista Geográfica, afirma que las acusaciones que México Indígena y Expediciones Bowman son parte del Sistema del Terreno Humana no han sido comprobadas. "AGS y las Expediciones Bowman ofrecen una manera para estudiar el terreno humano, pero es sustancialmente diferente que el sistema del terreno humano o equipos del terreno humano como son constituidos actualmente: nuestro propósito es académico, no militar," escribió Dobson.
"Yo siento que esta controversia no tendría la espalda que tiene si no fuera por el papel directo del ejército de los EE.UU., especialmente en vista del tumulto en Oaxaca," dijo Grossman de Evergreen State College. "Oaxaca no es cualquier estado viejo de México y el sur de México no es cualquier región de las Américas, es un área que ha sentido una fuerte represión en contra de la gente indígena en años recientes financiada por fuerzas federales, y a la vez por los EE.UU."
Grossman dijo que dado el estado de disturbio político en la región, junto con los pronunciamientos del ejército de los EE.UU. en años recientes que consideran a los movimientos indígenas y antiglobalizaciones equivalentes a la insurgencia y el terrorismo, no es sorprendente que algunos creen que los mapas podrían ser utilizados por el gobierno Mexicano para acciones represivas en nombre de la estabilidad. Específicamente, analistas de la FMSO han juntado movimientos indígenas con insurgentes y terroristas y sugieren que son delincuentes y una amenaza para los intereses de EE.UU.
Intensificando la situación de violencia y represión estatal y estadounidense en la región, la Fuerza de Tarea Conjunta hizo un reportaje en noviembre de 2008 señalando el riesgo que corría México de convertirse en un estado fracasado y ante la posibilidad del fracaso, se tendría que prever la intervención de los EE.UU. Mientras tanto, la Cámara de Representantes de los EE.UU. aprobó un proyecto de ley de gastos el 25 de febrero, el cual presupuesta 410 millones de dólares para la Iniciativa de Mérida, un proyecto de militarización que toma como modelo el Plan Colombia, para "ejecutar medidas antinarcóticos, contraterroristas y de seguridad fronteriza."
Smith de City University en Nueva York mantiene la creencia que el motivo detrás del Departamento de Defensa es muy obvio, especialmente en vista de las palabras de Dobson. "Es claro que el trabajo que están haciendo podría ser alimentado al Sistema de Terreno Humano," dijo. La pregunta a hacerse es, ¿porqué no sería incluida en el HTS?"
Grossman esencialmente está de acuerdo con Smith. Él cree que la FMSO está interesada en la investigación, si no ‘oficialmente’ en su programa de HTS, entonces para entender mejor el paisaje humano social y cultural de las investigaciones de la región.
Pero Helihy de México Indígena defiende su proyecto y sus intenciones apasionadamente. "Esto no es una conspiración diabólica para destruir las tierras indígenas. No tiene nada que ver,” dijo Herlihy. "Yo sabía que seria conflictivo precisamente porque teníamos financiamiento de la FMSO, pero esperaba que sería un proyecto que haría una diferencia en el mundo.”
Además dijo que "dijimos a la Asamblea de la comunidad de Tiltepec, donde el Director de la UNOSJO presentó su primera denuncia pública, que quitaríamos los mapas si querían que lo hiciéramos, y haríamos lo mismo para cualquier otra comunidad." Asimismo, Dobson dice que él insistió que la FMSO dejara que el investigador académico encargado de los proyectos tuviera la responsabilidad exclusiva de escoger el tema de su expedición. Dobson cree que este punto anula cualquier noción que es un programa de investigaciones manejado por el ejercito.
El debate sobre el programa, las contradicciones que lo rodean, y la cuestión más amplia de que si es ético o no que los académicos trabajen de una forma tan unida con el ejército y la comunidad de inteligencia de los EE.UU., han seguido por décadas. Pero, de una forma, parece más cercana a comenzar que a finalizar. Ya sea que el proyecto "se trata de ciencia al servicio del estado y ciencia al servicio de los elites," como mantiene Smith, o se trata de apoderar las comunidades indígenas a través del mapeo participativo para proteger sus derechos a la tierra y a su cultura, como Herlihy y los otros sostenedores del proyecto insisten, va a tardar en concluirse.
Dijo Grossman que resolver las controversias acerca de las investigaciones y cuestiones de ética en tales casos como este puede ser una manera para que la geografía supere su pasado colonial e imperialista. La gente indígena ha estado esperando 500 años para que el mundo superara su pasado colonial y imperial. Lo que no queda cierto es si las comunidades indígenas pueden permitirse esperar tantos más.
Z, Abril de 2009
Cyril Mychalejko es editor en www.UpsideDownWorld.org, una revista en Internet que hace reportajes en el campo político y de activismo en Latinoamérica. Ramor Ryan contribuyó a este articulo desde Oaxaca. Es periodista Irlandés basado en Chiapas, México. Escribió Clandestino: El Diario Pirata de un Irlandés Exilado (AK Press, 2006).