Represa del Patuca y la muerte de los ambientalistas del MAO

La inminente construcción de la Represa del Patuca ha sumido a la opinión pública de Honduras en un debate sobre la viabilidad del proyecto y los designios de la elite de poder que se imponen sobre
los intereses públicos, sin tener en consideración las graves consecuencias ambientales que representa para los  Miskitos y Tawakas que habitan los humedales costeros y las región del Patuca bajo y medio.

Desde hace más de una década se viene señalando la posibilidad de la construcción de una serie de represas en el Río Patuca, al mismo tiempo que con el Plan Puebla Panamá PPP se avizora la construcción de un sinnúmero de represas que asociadas al SIEPAC (Sistema de Interconexión Eléctrica Para América Central) suplirán los requerimientos energéticos de los "vecinos" del norte.

El actual mandatario Manuel Zelaya anunció después de un viaje en octubre del año pasado a  Taiwan, haber logrado el financiamiento de 250 millones de dólares, para la construcción de la represa del Patuca, la que tendrá un espejo de agua de 72 kilómetros cuadrados. El proyecto será ejecutado por la empresa Tai Power, la que tendría la concesión sobre la producción energética  por un período de quince años.

Lo interesante del proceso es como mucho antes de haber obtenido la licencia ambiental para construcción de la represa, el poder ejecutivo tramitaba los recursos. A comienzos del mes de  diciembre pasado el Diario el Heraldo de Tegucigalpa, señalaba según las declaraciones del Agregado Comercial de la Embajada de Taiwan  que un equipo de técnicos taiwaneses se encontraban en la región del Patuca efectuando los estudios competentes para determinar el tamaño del área que ocupará el embalse y la existencia de vestigios arqueológicos.

Es importante señalar que para el día cuatro de diciembre, la Secretaría de Recursos Naturales (SERNA) notificaba a nuestra organización que hasta la fecha no existía licencia ambiental alguna para la Represa del Patuca. Como los habíamos indicado con anterioridad, parece ser que existe una analogía con Alicia en el País de las  Maravillas, pues respecto a la Represa del Patuca  se dicta primero la sentencia y después los cargos.

Parece ser que la táctica que prevalece con los megaproyectos es de gestionar primero los fondos y después se efectúan los trámites de las licencias ambientales, convirtiendo estos procesos en meros
tramites burocráticos con decisiones políticas más que ambientales.

A finales del mes de diciembre la prensa escrita local anunció la existencia de oposición entre la población asentada en las áreas que serán inundadas por los Ríos  Guayape y Guayambre.  Además de recalcar la determinación del ejecutivo de proceder con la construcción de la obra a pesar de la oposición a la misma, aduciendo el Presidente Zelaya que en caso de la politización del proyecto "el
Estado tiene que ejercer su poder, ejercer su mando".

Casualmente algunos días antes (20 de diciembre) en la posta policial de Guarizama (Olancho) – lugar cuasi vecino a la construcción de la represa – aparentemente fueron fusilados a manos de miembros de la Policía Preventiva, dos activistas pertenecientes al Movimiento Ambientalista  de Olancho (MAO), organización que de forma valiente y decidida ha venido defendiendo los bosques de Olancho en contra de la depredación masiva que se ha efectuado en ese departamento del país.

La muerte de los ambientalistas de MAO está vinculada con una campaña de intimidación en contra de los defensores del bosque en Honduras, situación que pone en precario el potencial hídrico del país, ya que hemos visto en los últimos 20 años menguar los caudales además de la sedimentación imparable de los cauces de los ríos.

Los ambientalistas asesinados, fueron detenidos y acribillados por miembros de la Seguridad del Estado, mientras la tala ilegal acobijada por la elite de poder continúa a una velocidad que pone en
duda la factibilidad de mantener los caudales hídricos necesarios para nutrir de forma permanente la represa planteada en el Patuca.

Existen aquellos que suelen lanzar peroratas sobre la necesidad de un plan energético con visión de país y se ufanan de la necesidad de la construcción de megarepresas, sin tener en cuenta el destino del bosque de Honduras y su incidencia en la vida y permanencia de los ríos. Mientras, se planifica que el Cuerpo de Ingenieros del Ejercito de los Estados Unidos con el acompañamiento del Programa de Aguas Sostenibles de Nature Conservacy estarán asesorando a la Empresa nacional Eléctrica en el manejo sostenible del proyecto.

El hecho de incluir a Nature Conservacy (uno de los monstruos sagrados de la conservación ambiental) como asesor en el proyecto sirve para incrementar las dudas de la viabilidad y consecuencias del mismo.

Nature Conservacy posee una reputación bastante discutible, que sirvió para una amplia investigación de parte del periódico Washington Post, el que reveló la falacia ambiental preconizada por esa organización y sus devaneos con la especulación de bienes raíces en zonas de conservación, además de la mano de hierro aplicada en la ejecución de planes de manejo en áreas protegidas a su cargo (http://www.washingtonpost.com/wpdyn/nation/specials/natureconservancy/)

Del "glorioso" Cuerpo de Ingenieros del Ejercito de Estados Unidos, cabe señalar que fueron los mismos que tuvieron a su cargo las exclusas de los diques en Nueva Orleans y fueron los "héroes" durante el Katrina, cuando la población de las minorías étnicas que habitaban
esa ciudad fueron abandonados a su suerte, mientras las tropes imperiales imponian la "democracia" en Irak.

Hasta la fecha las autoridades del Corredor Biológico Mesoamericano han permanecido en el silencio sobre la futura destrucción del Río Patuca, el que hace parte del Proyecto Corazón del sonado corridor biológico. Para los pueblos indígenas y negros de Mesoamérica la dualidad que presenta el Corredor Biológico Mesoamericano  es inaudita, por un lado permite la construcción de megarepresas
mientras impide el reconocimiento territorial de los hábitats en que habitamos y hemos cuidado durante siglos.

Es cierto que existe una severa crisis energética en el país. Pero también    existen otras posibilidades de proyectos energéticos que van más allá de la destrucción de los ríos. En la Secretaría de Recursos Naturales (SERNA) se encuentra engavetado el proyecto del Cerro de la Hula, el que puede generar más de 400 megavatios sin el costo ambiental de destruir el segundo río más caudaloso de mesoamérica. Sin embargo las opciones de la actual administración están enmarcadas en el desfasado concepto de las represas al estilo Hoover. Esperamos que la muerte de los ambientalistas de MAO no sea un presagio del incremento de la represión y la imposición de proyectos por medio de la fuerza.    

Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH

La Ceiba, Atlántida 3 de Enero del 2006.

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