Todos los años, los indígenas Wixarika (Huichol) de la regíon occidental central de México, caminan 500 km a la tierra sagrada de Wirikuta, donde según la leyenda, nació el sol. Aquí, se colecta jíkuri (peyote), se llevan a cabo rituales de purificación para así entrar en comunión con sus Dioses, en búsqueda de que se les proporcione bendiciones y guía. De esta manera, ellos conservan su cultura, mantienen la armonía con la naturaleza, y apoyan una tradición de mil años.
Situado en el estado de San Luis Potosi, Wirikuta es uno de los desiertos más biológicamente ricos y diversos en el mundo. En 1994 fue decretado “Sitio de Herencia Cultural e Histórica y un Area bajo Conservación Ecológica”; en el año 2000 el área protegida fue expandida a 140 mil hectáreas; y en 2001 fue declarado Sitio Natural Sagrado por la UNESCO. En Wirikuta hay también un santuario de pájaros. A pesar de esto, actualmente esta en riesgo por First Majestic Silver, una compañía minera con base en Vancouver que pagó 3 millones de dólares para obtener las 22 concesiones mineras en el área.
La compañía First Majestic Silver no es la primera compañía minera en codiciar los recursos minerales de la región. De hecho, las actividades de minería en esa región las iniciaron los españoles en los años 1770. El pueblo de Real de Catorce fue fundado en ese entonces, pero no alcanzó todo su esplendor sino hasta finales del siglo XIX, durante la dictadura de Porfirio Diaz. La decadencia llego cuando las actividades mineras llegaron a ser esporádicas. Las últimas actividades mineras en Real de Catorce acontecieron hace casi 20 años, dejando un pueblo fantasma, las colinas picadas como si fuesen cicatrices de viruela con antiguos túneles mineros, y con el agua y tierra contaminados, también dejaron desempleo y pobreza. Sin embargo la belleza del paisaje quedó intacto y Real de Catorce se ha convertido en un destino turístico secundario. También ha servido como un sitio ideal para la filmación de dos películas de Hollywood: El Mexicano, con los actores Brad a Pitt y Julie Roberts, y Bandidas, con Salma Hayek y Penelope Cruz.
Estas son las condiciones que ahora sirven como fondo para un conflicto ambiental-social que se despliegan alrededor de la First Majestic Silver al reiniciar susactividades mineras en el área. Dónde las personas de Wixarika ven la belleza sagrada y la fuente de la vida, Keith Neumeyer – presidente y director general de First Majestic Silver – ve una oportunidad de enriquecerse aún más él y los accionistas de su compañía. Con lo último de la tecnología, esperan volver a abrir la minas viejas, explotar venas minerales que antes no se habían detectado, y exprimir hasta el menor resto de los que mineros anteriores dejaron ahí. huellas Hay promesas de creación de empleo y responsabilidad corporativa social, pero los trabajos son tanto peligrosos como efímeros. Además, no es enteramente claro como podría ser contenido el cianuro y otras sustancias nocivas. Experiencias anteriores en Real de Catorce, han mostrado que las compañías minando no permanecen largo tiempo y que cuando se van, dejan diversas formas de degradación ambiental. Sobre este tema, en 2010 un equipo de investigadores de la Universidad de Guadalajara detectaron el arsénico en muestras de fauna y flora reunidas en el desierto de Wirikuta.
Según la Convención 169 de la Organización Internacional de la Trabajo, los pueblos indígenas y nativos deben ser consultados acerca de cualquier proyecto que afecte sus territorios. Tales consultas no han ocurrido y muy poca información les ha sido proporcionada. Además, en 2008 el presidente Felipe Calderon firmó el Acuerdo de Hauxa Manaka, diseñado para respetar y proteger los áreas sagradas del pueblo Huichol. Las 22 concesiones mineras otorgadas a First Majestic Silver por la Secretaría de Economía, claramente violan estos acuerdos. Estas concesiones cubren un área de 6.326 hectáreas, el 70 por ciento del Area Protegida Natural de Wirikuta, cuyo plan de administración prohíbe explícitamente cualquier clase de actividades mineras.
No hay nada extraordinario acerca de esto. En México, las áreas protegidas y las leyes ambientales a menudo son soslayados para facilitar las actividades de corporaciones nacionales y trasnacionales. El problema no es sólo un de una inapropiada legislación ambientales y corrupción en México; el gobierno canadiense es también responsable, negándose a regular las compañías de extracción-de-recurso que operan fuera del país. Esta negligencia fue perpetuada por la estrecha derrota de la propuesta Bill C-300 en la Cámara de los Comunes, en octubre de 2010. La cual fue diseñada para poder presentar quejas y contar con un mecanismo de investigación para comunidades adversamente afectado por compañías mineras canadienses, la propuesta fue rechazada por Stephen Harper y sobre todo por dos de sus diputados Conservadores, mientras que los 20 miembros del partido Liberal y del comité de NDP, se abstuvieron de votar, inclusive el líder Liberal Michael Ignatieff.
La mayoría de los canadienses probablemente se sorprenderían de oír eso, en círculos académicos y civiles de sociedad, las compañías mineras canadienses han personifican la rapacidad del capitalismo y el imperialismo. Las compañías canadienses dominan el sector minero en Iberoamérica, con intereses en más de 12,000 propiedades. Tan solo en 2010, por lo menos cinco activistas sociales fueron asesinados por protestar contra las actividades de la minería canadiense, inclusive Abarca Roblero, que se opuso las operaciones de Blackfire en el estado mexicano de Chiapas.
La First Majestic Silver contribuye en esta notoria reputación. Actualmente busca el apoyo y la forma de convencer a funcionarios locales del estado para que se les otorgue el permiso para la extracción mineral en Wirikuta. Como la parte de este esfuerzo, representantes de la compañía han abierto un museo en Real de Catorce empleando a 15 personas de la localidad para limpiar la entrada a la vieja mina de Santa Ana. La paga está entre 70 y 240 dólares por semana, una miseria en comparación a lo que vale la compañía (1,58 millones de dólares), pero para personas que viven en la pobreza les es difícil negarse. Esta estrategia no es nueva: las compañías mineras pueden dividir a la población local y conquistarlas al ofrecer trabajos solo a algunos. Otra estrategia común es de inventar filiales con nombres en español en un esfuerzo para promover una imagen pública mexicana – este es el caso de Minera Real de Mina – .
En el 23 de septiembre, 2010, los líderes tradicionales de las comunidades agrarias que forman la nación de Wixarika firmaron una declaración oficial para manifestar su “rechazo profundo al proyecto minero de First Majestic Silver en el desierto Real de Catorce”. Demandaron “la cancelación inmediata de todas las concesiones mineras” en sus tierras sagradas y dejaron claro que ellos, “harán harán uso de todo lo que este dentro [de su] alcance para detener esta devastación que generaría el proyecto minero”. Varias organizaciones de la sociedad civil se han reunido para apoyar a esta resistencia. Juntos, con representantes de la nación de Wixarika, han formado el Frente Tamatzima Huaha. Un representante de esta organización Wixarika lo explicó de esta forma: “Estos sitios están vivos, tienen un corazón, y nosotros estamos preocupados que sus venas les sean destruidas”. De acuerdo con esta visión, los indígenas en protesta recientemente han establecido un campamento en las afueras del municipio de Real de Catorce, donde han ayunado y cantado sus oraciones.
Darcy Victor Tetreault es un Profesor Investigador en la Unidad Académica para Estudios en Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas. Correo electrónico: darcytetreault@yahoo.com.
Foto de Flickr por benguez