(IPS) – Las parejas de extranjeros no residentes en Argentina, incluyendo las del mismo sexo, podrán casarse también en el distrito de la capital argentina a partir de una nueva resolución que elimina requisitos burocráticos y agiliza el trámite. De este modo se suma a tres provincias con iguales facilidades.
Desde la aprobación en julio de 2010 en Argentina de la ley de matrimonio igualitario, muchas parejas extranjeras del mismo sexo han venido haciendo consultas para viajar a Buenos Aires, no con intención de radicarse sino para legalizar el vínculo que tienen y forzar luego el reconocimiento en sus países de origen.
Pero el trámite no resultaba sencillo y hubo que modificar reglas de registro civil para adecuarlas a la nueva demanda. Primero lo hizo la oriental provincia de Santa Fe, que en marzo habilitó el matrimonio de extranjeros con sólo 96 horas de residencia en el país.
Enseguida, una pareja de homosexuales paraguayos viajó para casarse en Rosario, la ciudad más populosa de esa provincia y una de las más importantes del país. En apoyo de la unión, la intendenta, la socialista Mónica Fein, firmó como uno de los testigos del matrimonio.
La pareja casada en Rosario está integrada por Simón Cazal Fernández y Sergio López Centurión, activistas de la comunidad gay de Paraguay, quienes buscan ahora legitimar su matrimonio en su país.
Después se sumó Tierra del Fuego, la provincia más austral de Argentina, que eliminó la obligatoriedad de residencia permanente, y más tarde la oriental provincia de Buenos Aires, hasta donde llegó para casarse este mes una pareja proveniente de Australia.
El australiano Alexander Greenwich y el alemán Víctor Hoeld viven en Sydney, donde son también militantes a favor de los derechos de las minorías sexuales, y querían casarse en la ciudad de Buenos Aires, pero les exigieron un documento de identidad para extranjeros, cuyo trámite requiere de por lo menos tres meses para su expedición.
Ante esa dificultad, la pareja hizo el pedido en La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, donde se adoptó una resolución que le permitió legalizar la unión sin que sus integrantes necesitaran documento de identidad argentino.
La pareja convocó a unos 40 familiares y amigos provenientes de Australia, Alemania y Estados Unidos para celebrar la unión con una fiesta que tuvo amplia repercusión en la prensa argentina y también en la de Australia, donde el tema está en pleno debate.
Con esos antecedentes y la presión de activistas homosexuales locales, la ciudad de Buenos Aires aceptó adecuar sus normas. Ahora los extranjeros no residentes pueden casarse presentando solamente el pasaporte y el domicilio de referencia que dan al ingresar al país.
La normativa advierte a los empleados públicos que deben “facilitar los turnos” a fin de que la pareja extranjera no deba esperar más de cinco días entre el pedido y la fecha para la boda, a fin de “no frustrar el espíritu y la voluntad” de la ley.
“Si hasta ahora teníamos consultas de extranjeros todas las semanas, ahora con esta resolución de Buenos Aires nos van a llover los pedidos”, dijo a IPS el activista Alejandro Nasif Salum, de la Federación Argentina de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Trans.
La Federación trabajó fuertemente por la ampliación de estos derechos en Argentina, y luego también para las parejas de extranjeros, ya que se trata de un instrumento que puede ser utilizado para forzar cambios en las legislaciones nacionales.
Un informe presentado esta semana en Ginebra por la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales indica que el matrimonio igualitario sólo existe en 10 países, entre ellos Argentina.
La presentación se hizo en el marco del Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia, que se celebra cada 17 de mayo, en conmemoración de la decisión tomada ese día de 1990 por la Organización Mundial de la Salud de eliminar la homosexualidad de su lista de trastornos o enfermedades mentales.
El informe revela también que apenas en 12 países se permite la adopción a parejas del mismo sexo, entre ellos Argentina. En cambio, hay 78 donde la homosexualidad es considerada ilegal y cinco en los que se la condena con la pena de muerte.
En Argentina, desde la aprobación de la ley en 2010, hubo más de 4.000 casamientos de personas del mismo sexo. En el resto de la región hay países donde se debaten proyectos en ese mismo sentido, y otros donde la igualdad avanza por otras vías. En Brasil, el Tribunal Supremo Federal falló a favor de reconocer que las uniones civiles de personas del mismo sexo equivalen a un matrimonio. Para llegar en este país al matrimonio igualitario habría que hacer una enmienda constitucional, justificó Nasif.
“En Uruguay (que cuenta con la unión civil de personas del mismo sexo), Bolivia, Paraguay y Chile hay proyectos de ley con más o menos consenso para el matrimonio igualitario, y en Colombia se avanzó en un reclamo ante la justicia, por eso todo el tiempo tenemos consultas de parejas que quieren venir a casarse a Argentina”, dijo.
En los pocos países donde es ley el matrimonio entre homosexuales, se exige, en general, tener residencia permanente a los extranjeros que quieran casarse. Argentina sería entonces el primer país que avanza en la eliminación de estas trabas también.
“Es muy probable que por ser Buenos Aires una ciudad tan accesible y atractiva, esta resolución traiga a muchas parejas a casarse aquí, pero no sólo parejas homosexuales sino también extranjeros heterosexuales que ahora podrán hacerlo”, sostuvo Nasif.
Justamente, en la capital argentina, las autoridades se negaban argumentando su rechazo a los tours de homosexuales que llegarían a la ciudad para casarse solamente. Hasta que entendieron que la resistencia debía ceder, contó el activista.
“¿Cuál es el problema de que se abra un mercado turístico de parejas de extranjeros que quieran venir a casarse a Buenos Aires, a Rosario o a Tierra del Fuego? Se va a abrir un mercado turístico, pero no nos parece mal”, celebró.