Científico cataloga el proyecto minero Conga de Perú de “desastre medioambiental:” Entrevista a Reinhard Seifert

 

Durante las tres últimas décadas, Reinhard Seifert, ingeniero medioambiental de origen alemán, ha desempeñado un papel crucial en el movimiento contra las operaciones mineras en Cajamarca, Perú. Steifert es el antiguo presidente del Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca y ha realizado estudios exhaustivos acerca de los efectos de la minería sobre los recursos acuíferos de la región.

Como consecuencia de sus actividades, Steifert ha sido perseguido, amenazado y arrestado, pero continúa con su labor mientras el gobierno peruano reflexiona sobre el futuro de la mina de oro Conga. En caso de que el proyecto fuese aprobado, la empresa de Denver Newmont Mining Corp. podría construir una de las mayores minas de oro del mundo sobre estos terrenos pantanosos que se encuentran a gran altitud.

Seifert vive con su familia en Cajamarca desde hace más de 35 años y es especialista en hidrogeología.

Empecemos por el principio: ¿Podría decirnos por qué tantos habitantes de la región de Cajamarca se oponen a la mina de oro Conga?

Es muy simple. Han pasado casi veinte años desde que Newmont abrió la mina de oro de Yanacocha, en Cajamarca. En un principio prometieron nuevos puestos de trabajo y dijeron que la actividad minera no contaminaría el entorno, pero nada de eso ha sucedido. Por una parte los trabajos han ido a parar a extranjeros y habitantes de otras regiones y por otra parte se vertían metales pesados y otras toxinas en nuestro suministro de agua a diario.

Pero el tema del agua es sólo una parte. La resistencia también viene dada por la terrible actividad minera de Newmont, por su falta de estudios medioambientales y la falta de normativas debido a la corrupción generalizada. Newmont puede hacer lo que le plazca mientras el resto sufrimos.

Tras veinte años, los habitantes de Cajamarca han visto el modus operandi de Newmont y no caerán de nuevo en la trampa. Por eso se muestran tan firmes en detener el proceso de Conga. Fundamentalmente, el proceso es una extensión de la mina de Yanacocha, pero será más grande y peor. Quieren introducirse en una zona que nos abastece de agua potable y reemplazar cuatro lagos situados a gran altitud con vertidos tóxicos y pantanos artificiales.

¿Por qué nosotros, habitantes de Cajamarca, tenemos que beber agua artificial y contaminada para que una empresa privada extranjera se lucre?

Usted ha realizado numerosos estudios sobre la calidad del agua en la región de Cajamarca. ¿Qué tipo de contaminación hay?

Le puedo asegurar que existe contaminación por arsénico y metales pesados en los mayores ríos de la región. Desde que Yanacocha abrió, nos hemos dado cuenta de que el ganado ha ido perdiendo su dentadura y de que las truchas han muerto por miles en las zonas rurales.

Un pH del 6.87 es normal para el agua. Cuando éste baja de 5, el agua se vuelve ácida y las truchas comienzan a morir. En el Río Grande y el  Porcón, los dos ríos principales que suministran agua potable a Cajamarca, hemos observado un pH de 3.5. Una catástrofe.

La Muerte en una protesta contra la mina de Conga

¿Existe alguna normativa sobre la cantidad de emisiones o desechos contaminantes que estas industrias pueden liberar a la atmósfera o verter en los recursos acuíferos?

Sí, pero no se están aplicando ni cumpliendo. Newmont ha sobornado a la mayoría de los jueces y políticos de este país para actuar con libertad y, como ellos dicen, “de forma legal”, sin ni siquiera realizar estudios sobre los efectos de la minería. Se niegan a admitir cualquier tipo de contaminación.

Además, tienen la desfachatez de decirme que mis resultados sobre los análisis del agua no son correctos, que estoy tergiversando información e informando incorrectamente a los habitantes de Cajamarca. Hay algo que no soporto, y es cuando la gente me toma por estúpido. Estudiar la contaminación del agua implica trabajar con números exactos y matemáticas precisas.

Los hechos hablan por sí solos. Si usted es musulmán y yo cristiano, sí, podemos discutir o pelear. Con la ciencia no es así. Los hechos demuestran que el agua que consumimos en Cajamarca apenas alcanza los niveles de Clase III, que en teoría es la que se usa únicamente para la agricultura. La Clase I y la Clase II son para consumo humano y no hemos tenido esos niveles desde que comenzó la minería.

Pero el estado no controla nada de esto. Simplemente nos dicen que la calidad del agua responde a los niveles legales sin tener la capacidad o la tecnología para comprobar los elementos contaminantes provenientes de la minería que hay en el agua.

¿Puede explicar de manera más detallada cómo Newmont extrae oro en la mina de Yanacocha y cómo se encargan de los residuos?

El proceso de extracción es muy diferente de lo que la mayoría se imagina cuando piensa en minas de oro. Newmont no está encontrando pepitas de oro en una cueva, sino que está recolectando diminutos fragmentos de oro microscópico que se encuentran en grandes cantidades de tierra y arena, a las cuales acceden excavando grandes pozos.

Utilizan una mezcla de agua y cianuro para separar los fragmentos de oro de la tierra. Obviamente, el proceso produce grandes cantidades de residuos de agua tóxicos. Esto requiere una tecnología muy específica, por ejemplo, plantas de tratamiento de aguas residuales e instalaciones para el almacenamiento de residuos de primera calidad; y no hay nada de esto en Yanacocha.

Debido a que Newmont no dispone de estas tecnologías, el agua no recibe el tratamiento adecuado y se arroja a los embalses de residuos, ahí se filtra y entra en contacto con el agua subterránea, el cianuro y muchos otros elementos químicos como el plomo, el arsénico y el mercurio.

Este proceso es el que se sigue en Yanacocha y será el mismo en Conga. Es una catástrofe medioambiental. Según tengo entendido, Newmont tiene prohibido ejercer la minería en toda la Unión Europea, Estados Unidos, Argentina y Alemania. Los componentes químicos que vierten en nuestro sistema de agua no se pueden eliminar. Nosotros, los cajamarquinos, los consumimos a diario.

¿Ha habido noticia de algún caso en el que los problemas derivados de la minería hayan provocado problemas de salud en la región de Cajamarca?

El problema es que es difícil seguir la pista a los cánceres y otras enfermedades relacionadas con la contaminación. Constantemente aparecen toxinas en el cuerpo. Es como fumar. Uno no te matará, pero si fumas durante 10 años sí. Normalmente, detectamos las enfermedades después de 20 años de exposición y, habitualmente, para entonces, ya es demasiado tarde.

Newmont es una de las mayores empresas mineras del mundo, ¿No tienen a capacidad para reducir el impacto medioambiental de sus operaciones?

Sí, Newmont tiene fondos para mejorar su tecnología. Si quisieran, podrían utilizar una tecnología más limpia y más respetable con el medioambiente. Hay dos motivos por los que no lo hacen. En primer lugar, por los costes elevados, pero principalmente es porque deberían admitir públicamente que su antigua tecnología era contaminante y no era adecuada. Obviamente, Newmont no dejará que eso suceda y continuará con sus prácticas arcaicas. En cualquier caso, no tienen restricciones, el gobierno peruano no ejerce presión para que la situación mejore.

Habitantes de Cajamarca juran proteger sus recursos acuíferos en una concentración contra la mina.

Antes ha dado a entender que la corrupción en el gobierno ocupa un lugar importante en el conflicto de Conga. ¿Podría dar más detalles?

En Perú, la corrupción es el pan de cada día. El estado peruano actúa como si fuera el hermano gemelo de Newmont. Son lo mismo. Normalmente, uno quiere que el gobierno sea imparcial y regule las industrias, pero aquí el principio de la “puerta giratoria” está en todas partes y ni siquiera Ollanta podría cambiarlo.

¿Un ejemplo? Carlos Martínez, antiguo funcionario del Ministerio de Agricultura peruano, era el encargado de otorgar los permisos para que la mina de Yanacocha utilizara libremente las aguas subterráneas y superficiales de Cajamarca. En aquel entonces, tenía un salario de unos 700 dólares al mes. En la actualidad, el mismo individuo trabaja para la mina de Yanacocha y gana millones de dólares al año mientras Newmont no paga nada en absoluto por el agua que utilizan en sus operaciones.

Hay ejemplos en todas partes. Hijos de jueces de la Corte Suprema trabajan para la mina de Yanacocha. También hijos de fiscales. Si de veras queremos esforzarnos y cambiar algo en Perú, primero debemos acabar con la corrupción del gobierno y así luego nos podemos centrar en los problemas que causan las empresas mineras extranjeras.

¿Tiene previsto emprender más acciones por lo que se refiere a Newmont y al proyecto Conga?

Estoy escribiendo un libro sobre los sistemas hidrogeológicos en Cajamarca, pero también tengo planes mayores sobre Newmont, pero no se los puede desvelar en este momento. Arruinaría la sorpresa. Lo siento.

¿Algo que añadir?

El agua respeta las leyes naturales. Se infiltra en todo lo que encuentra a su paso, se desplaza por donde quiere y abastece a todos los ríos que alcanza. El agua que hay en la zona propuesta para la central de Conga fluye a ambos lados de los Andes, hacia el Pacífico, el Amazonas y el Atlántico.

Es simple, la parte superior nutre la inferior. ¿Qué sucede cuando se interpone una mina y seca la parte superior, la raíz de todo? El ciclo se rompe. ¿Y qué haremos entonces?

El agua es nuestro recurso más importante. Olvídese del oro o del cobre o de los que llaman metales preciosos. Hasta ahora, su explotación no ha mejorado la vida de la mayoría de habitantes de Cajamarca y, en este momento, no creo que nunca lo haga.

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