(IPS) – El nuevo colapso del centro financiero mundial es recibido en Colombia con temor por los efectos sobre la economía local, aunque algunos consideran que no será muy fuerte por estar más "sana" que en anteriores crisis. Ya se sabe que la peor parte la llevarán los pobres, y no sólo por cuenta de Wall Street.
La Bolsa de Valores de Colombia cayó 2,36 por ciento el lunes, aunque los expertos advirtieron que cerró antes de conocerse el rechazo de la Cámara de Representantes de Estados Unidos al plan de salvataje propuesto por el gobierno de George W. Bush para la banca de inversiones de su país, que está en caída libre, y cuando la debacle de Wall Street apenas se estaba dibujando.
Este martes se recuperó para cerrar el Índice General de la Bolsa de Colombia (Igbc) en 9.248,46 unidades.
En ese marco, la cotización del dólar llegó a 2.172,72 pesos (moneda colombiana) por unidad, 69,1 pesos más que el viernes. Se esperaba que este martes bordeara los 2.200 pesos, pues los inversionistas de bolsa tendieron a cambiar valores bursátiles por moneda extranjera. Finalmente el promedio fue de 2.185,33 pesos y frente a los 2.174,62 pesos de la Tasa Representativa de Mercado que elabora el Banco de la República (central).
Mientras, el banco Wachovia, el cuarto más grande de Estados Unidos y absorbido el lunes por el Citigroup, es muy utilizado por el sistema financiero colombiano para cuentas de compensación en operaciones de comercio exterior y otro tipo de cuentas de inversión en el país del Norte.
De este modo el Citibank se convierte en el principal proveedor de servicios financieros en Colombia.
Según el principal diario económico de este país, La República, el sistema bancario local cuenta con "provisiones suficientes", y las entidades financieras locales "son más ricas que hace algunos años".
Alrededor de 65 por ciento del sistema financiero es totalmente colombiano, agrega, lo cual "blinda temporalmente" a este país andino de un coletazo proveniente de Estados Unidos.
Sin embargo, el Banco de Bogotá ofrece sus acciones en la Bolsa de Valores de Nueva York, ubicada en la calle Wall Street, y últimamente también lo hace la Empresa Colombiana de Petróleos (Ecopetrol), de capital mixto.
El presidente de Colombia, el derechista Álvaro Uribe, compartió el optimismo de La República al considerar que el país está blindado ante la actual crisis, debido a medidas tomadas por su gobierno.
Colombia acumuló para agosto reservas internacionales por 23.650,9 millones de dólares. En cuanto al desempeño de la economía, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) indica que el crecimiento en la primera mitad del año fue de 4,1 por ciento, respecto de igual lapso de 2007.
Uribe entiende que el tropezón de Wall Street, cuyo índice industrial Dow Jones registró en la víspera su peor performance en la historia al caer 777,68 puntos porcentuales, "es por falta de haberle puesto riendas, en el momento oportuno, al capital especulativo". La bolsa neoyorquina se recuperó este martes y cerró con 465 puntos de ganancia.
Sin embargo, para el senador Gustavo Petro, del izquierdista Polo Democrático Alternativo, más de 10 por ciento de las reservas internacionales de Colombia estarían en "alto riesgo", debido a que su administración pasó a manos privadas.
"Más de 2.500 millones de dólares de las reservas del país se han depositado en bancos y fondos de altísimo riesgo, la mayoría hoy a punto de quebrar si no hay un salvamento por parte del gobierno de Estados Unidos", expresó este martes.
Petro advirtió que es "de mayor gravedad" el riesgo de los fondos de pensiones, también privatizados y sin regulación adecuada, "y aunque asegurados, las empresas aseguradoras también están en la perspectiva de la quiebra mundial", añadió.
Por su parte, la presidenta de la Asociación Bancaria, María Mercedes Cuéllar, se declaró a la expectativa de los acontecimientos, ver el modo en que se desarrollan las distintas instancias en Estados Unidos, en particular la nueva discusión del plan de salvataje que posiblemente hará el Congreso de ese país el jueves próximo.
Armando Montenegro, ex presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras y ex director alterno del Banco Mundial, pronosticó para Colombia menos crédito externo, reducción de inversiones financiadas mediante crédito, debilitamiento de la moneda local, incremento de la calificación riesgo país y pérdida de valor en una serie de inversiones.
También "el desempleo y el subempleo aumentarán en forma significativa", según el analista. Este martes el DANE reportó que el trimestre junio-agosto la desocupación promedio fue de 11,5 por ciento de la población económicamente activa, frente a 11 por ciento del mismo periodo del año anterior. El subempleo puede rondar 35 por ciento, aunque no hay aún datos precisos.
La lógica detrás del vaticinio sobre el aumento del desempleo, según expertos, reside en que en las crisis sobran los trabajadores. Los empresarios bajan las inversiones y vienen los despidos, y más exigencia de trabajo por menos paga.
Además, en tiempos de crisis los inmigrantes en los países ricos son vistos más que nunca como personas non grata. Actualmente residen en el exterior unos cuatro millones de colombianos, según la cancillería. La mayoría se marchó por móviles económicos a partir de los problemas financieros del país de fines de los años 90.
Muchos de esos emigrantes estarían a punto de retornar al país, debido a las medidas restrictivas para indocumentados impuestas en la Unión Europea. Según el Banco de la República, en 2007 entraron a Colombia como remesas de dinero de emigrantes 4.492,6 millones de dólares.
Las crisis financieras afectan, ante todo, a los más pobres, recordó el experto en temas de pobreza Alfredo Sarmiento, director del Informe de Desarrollo Humano (IDH) propiciado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el estatal Departamento Nacional de Planeación.
Sarmiento cree que probablemente el Congreso estadounidense llegue finalmente a un acuerdo respecto del plan de salvataje del sector financiero, "porque si no, se les cae el sistema", y entonces "viene una depresión". "Y en la depresión todo se hace más caro y el desempleo aumenta", advirtió ante la consulta de IPS sobre los efectos de esta crisis en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo para el Milenio fijados en la Organización de las Naciones Unidas.
Pero Sarmiento apunta a que "hay un problema previo al de Wall Street, que es el del costo de los alimentos. Y eso puede traer fuertes problemas con la pobreza", añadió.
Colombia pasó de ser exportador de alimentos a importador, y sustituye paulatinamente esos cultivos por los de agrocombustibles, que resultan más rentables y reciben subsidios.
El DANE indicó que el incremento general de precios fue de 7,18 por ciento en los 12 meses concluidos en junio, en tanto que el de los alimentos fue en promedio 11,98 por ciento.
Pero "la variación de precios para los hogares de bajos ingresos fue de 14,18 por ciento" especificó Sarmiento, "casi el doble del crecimiento de todos los precios". En cambio, el salario mínimo aumentó desde enero, y con vigencia para todo el año, sólo 6,41 por ciento. Los artículos que más se encarecieron son precisamente los que los pobres más consumen.
En Colombia, cerca de la mitad de los hogares son pobres y reciben la sexta parte del ingreso del país.
Sarmiento define la pobreza extrema como "el ingreso necesario para que las personas puedan adquirir los alimentos para asegurar la nutrición mínima".
Informes del DANE dan cuenta que 14 por ciento de los colombianos eran pobres extremos en 2005. Aunque esa entidad cambió la metodología estadística y aún no ha dado a conocer cifras actualizadas, para Sarmiento la anterior conjunción de datos lleva a concluir que la pobreza en Colombia "ha aumentado mucho", aún sin crisis financiera estadounidense.
En todo caso, está de acuerdo en que "lo más probable es que nos va a tocar un coletazo".
"Toda la órbita del dólar va sufrir, pero una de las características de esta crisis, que ya lleva dos años, es que América Latina se ha defendido un poco mejor", matizó, debido a la gran demanda de sus productos desde China e India.
Por cierto, "parte de la crisis de alimentos favorece a los productores", aunque "como grupo social va en contra de los pobres", resumió.
"Como consecuencia, el costo del dinero va a ser mucho más alto, en especial para la construcción, que va a ser el mayor problema", agregó.
Mientras Wall Street reportaba la peor caída de puntos en la historia, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó la extensión por un año de las preferencias arancelarias para Colombia y otros países andinos, conocida como Atpdea por sus siglas en inglés.
Aunque queda aún pendiente que el Atpdea se apruebe en el Senado, la noticia pareció un respiro, sobre todo para los pequeños y medianos empresarios. Pero su impacto pende ahora de la capacidad de pago de los clientes estadounidenses de estos cuatro países.
El mismo lunes, la Superintendencia Financiera, organismo de control de Colombia, reportó 8.600 millones de pesos (poco más de cuatro millones de dólares) de ganancias acumuladas para el sector, entre enero y agosto, equivalentes a 24,2 por ciento respecto de igual periodo de 2007. El mismo guarismo en julio fue de 5.300 millones de pesos (unos 2,5 millones de dólares).