Cuando los corteros de caña demandan mejores salarios y condiciones de trabajo, el presidente proclama que “fuerzas oscuras” de las FARC estan manipulando a estos pobres trabajadores, ya en su segundo mes de paro en el sur del país.
Cuando estudiantes universitarios piden mas oprtunidades en el campo de educación, es el resultado de la campaña de reclutación en las universidades públicas hecho por los “encapuchados” de las FARC.
Y ahora, mientras que miles de indígenas y campesinos en el departamento del Cauca protestan el incumplimento de acuerdos con el gobierno, el TLC, y la militarización de sus territorios, funcionarios del gobierno nos dicen, atravez de sus medios de comunicación, que la guerilla de las FARC ha infiltrado el movimiento indígena.
Y que de los huecos gigantes que decoran las calles de mi barrio en el occidente de la ciudad de Bogotá? Pues claro, por los carros bomba de los terroristas.
Otra cosita, la selección nacional no ha metido ni un gol en los últimos 4 partidos de las eliminatorias para el mundial de 2010 porque las FARC esta controlando el fútbol Colombiano.
No es un chiste. En realidad me da mucha rabia!
Mientras que escribo esto comentarios, mas de 12,000 indígenas y representantes de otros sectores sociales en el sur del país estan enfrentando la mano dura de la fuerza pública, que tienen el orden de desalojarlos con balas, gases, y helicopteros, del “Territorio de Paz y Convivencia” que establecieron en La Maria, Piendamó el 12 de octubre como parte de su movilización nacional. Ya hay mas de 50 heridos y por lo menos dos muertos. Seguro que hay mucho mas.
Es una situación humana sumamente urgente.
Los manifestantes exigen la presencia del presidente Álvaro Uribe con el fin de expresar sus inquietudes sobre la política del gobierno frente a los pueblos indígenas. El incumplimiento de acuerdos. La violación sistemática de sus derechos. Dicen que solo así contemplarían levantar la movilización.
Pero el director de Seguridad Ciudadana de la Policía, General Orlando Páez Barón, dice que los indígenas estaban colocando cargas de explosivos en la Vía Panamericana por órdenes de las FARC. Según él, "esto es una convivencia de indígenas con Farc.”No es la primera vez que funcionarios del estado acusan al movimiento social indígena de ser manipulado o infiltrado por la guerilla. Seguro que no seria la última.
Ya las comunidades y las organizaciones estan acostumbradas de este tipo de acusación irresponsable. Es la respuesta más fácil para entregar a la opinion pública, que sigue contento con su dósis cotidiano de farándula y espectáculo.
Las muchas organizaciones legítimas detrás de esta movilización – ONIC, CRIC, ACIN – han sacado comunicados de prensa consistentemente por las últimas tres semanas, explicando claramente sus posiciones en el actual contexto, y porque se iban a movilizar en estos días, no solo en el Cauca sino en todo el país. En sus declaraciones, han estado firmes en sus denuncias en contra de todos los grupos armados en sus territorios, sean las FARC, los paramilitares, o la misma fuerza pública.
A través de barridos por todas las comunidades del norte del Cauca, el movimiento indígena a organizado una campaña urgente de educación y concientización sobre como los planes de vida de las comunidades estan bajo una amenaza permanente por la presencia de estos grupos en sus territorios, y por los proyectos de desarrollo que estan planeando a nivel regional y nacional los interéses multinacionales. Pero el pueblo Colombiano no sabe nada de esto, porque los medios sólo llegan allá con sus micrófonos y cámaras cuando hay crisis, como en el actual momento, y siempre les dan la primera palabra a las fuentes oficiales.
Yo estuve en el Cauca por mas de una semana, hasta el 12 de octubre, y hablé con muchos miembros de las comunidades indígenas, con los corteros de caña en el Valle, sufriendo ya mas de un mes de paro nacional reclamando sus derechos, o sea, con la gente común. Los que no tienen aceso de sus propios medios de comunicación.
No hay duda que el pueblo ya no aguanta más. El levantamiento de estos días nos demuestra esto.
Como un cortero en el ingenio de la Pichichí me comentó la semana pasada: “Sí, estamos siendo forzados a protestar, pero forzados por nuestros propios hijos, quienes como todos, quieren un mejor futuro.”
Desafortunadamente, de eso no se habla en los medios de Colombia. Seria muy complicado la cosa.
Mario A. Murillo es investigador, y professor asociado en la Universidad de Hofstra. Está en Bogotá como becario de la Comisión Fulbright en Colombia.